Un mal contagioso, pero que tiene cura
Hay días en que deseamos estar completamente solos, ya sea porque estamos tristes, deprimidos o simplemente porque necesitamos estar a solas para pensar o reflexionar en algo. Este sentimiento de soledad suele darse con más frecuencia en la época invernal, sin embargo, puede atacar en cualquier momento y a cualquier persona.
Solos... ¿Por qué?
Pero el deseo de querer estar solos puede desarrollarse por otros factores, por ejemplo, cuando percibimos que alguien cercano a nosotros se siente solo. A esta conclusión llegó un estudio de la Universidad de Chicago, tras analizar a más de 5,100 personas durante diez años. La investigación afirmo que el sentimiento de soledad aumenta cuando una persona percibe que alguien cercano, un pariente o un amigo se siente solo y esa sensación puede ir aumentando de una persona a otra hasta ocasionar una ‘infección de la soledad’. Incluso, puede transmitirse entre personas que no se conocen.
“La soledad no es sólo propiedad de un individuo. Puede transmitirse a través de la gente. Inclusive con personas que usted no tiene ningún contacto”, dijo John T. Cacioppo, psicólogo líder de la investigación.
Sentimiento Contagioso
El estudio, asegura que, como la gripe, la soledad también puede contagiarse: las personas solitarias tienden a compartir su soledad con otras y terminan contagiando a aquellos con quienes más interactúan.
Una de la formas de ‘contagio’ ocurre cuando quienes se sienten solos dicen tener pocos amigos íntimos, transmitiendo esta sensación de soledad a otros amigos y conocidos.
Los investigadores constataron que quienes dijeron haber experimentado un día de soledad a la semana, también propiciaron la soledad de sus allegados (amigos cercanos).
Algunos comunes denominadores de quienes se sentían solos es la falta de contacto frecuente con sus amigos y familiares, sentimientos de frustración, algún problema de salud, estrés en su relación de pareja, o son divorciados o viudos.
Contrario a esto, aquellos que tienen una pareja, buena educación, o ingresos económicos altos, por lo general tienen menos probabilidades de sentirse solos.
El género femenino es el que presenta más frecuentemente una sensación de soledad y el que se contagia con mayor facilidad. (La expresión facial, los movimientos, postura de cuerpo, los comportamientos, la manera de hablar, pueden ayudar al contagio de la persona).
Algunas características de quienes dicen sentirse solos incluyen timidez, ansiedad y bajos niveles de autoestima. También presentan desconfianza en relación a su entorno y, en algunos casos, padecen de enfermedades físicas o mentales que pueden acortar años de vida.
El estudio recomendó a estas personas realizar actividades que las conecten con su grupo social antes de llegar a situaciones extremas.
http://www.elaviso.com/articulos/salud-y-bienestar/para-vivir-mejor/2668--infecci-n-de-la-sol.html