III.- La Soledad Impuesta: La Soledad en CompañíaConsidero que de todas las soledades, la soledad en compañía, es la peor, la que más daño y tristeza puede causar, ya no se trata solamente de sentirse solo, sino que sabemos que estando junto a un ser querido, no debería existir, yo la he llamado la soledad impuesta, aunque soy consciente que nada ni nadie nos puede imponer algo, más bien creo que a veces es falta de valor para decir lo que realmente queremos y necesitamos. Os parecerá raro que en un blog como este se hable de cosas tristes, creo que es necesario saber que existen situaciones como estas y, que por difícil que parezca, se puede salir de ellas y encontrar la felicidad.
Sabemos que una de las peores pestes de este siglo XXI es la soledad, el individualismo y la pérdida del contacto humano y que además, cada día se hace evidente en la forma de comunicarnos, de ahí el éxito de las redes sociales y nuevos gadgets usados para la comunicación on-line. Muchas veces nos sentimos solos aunque estemos rodeados de gente, sobre todo en las grandes ciudades, es el mal de nuestro tiempo.
Pienso, que en parte, podemos aceptar esta forma de ser de la sociedad actual, y tener nuestra cuota de soledad, aunque todos tratamos de esquivarla de diferentes formas, pero, la “soledad en compañía”, la que se siente teniendo cerca a un ser querido, es la más difícil de soportar. Escucha, pero no nos oye; ve, pero no nos mira: está, pero no está. El filósofo y teólogo Francesc Torralba, en un artículo titulado ‘Las dos caras de la soledad’, en Magazine Digital, dice que “experimentar la soledad impuesta suele conducir a la persona a un vacío existencial que le puede llevar a una situación desesperante que sólo ella puede resolver”.
Pienso que para combatir esta soledad debemos tomar la decisión de vencerla, la forma más eficaz sería quedarnos solos, tener el valor de afrontar nuestra soledad, pero en este caso será real, ‘estoy solo, me siento solo’, y no, ‘estoy acompañado y me siento solo’, lo segundo creo que es realmente deprimente, ya reza el dicho “más vale solo que mal acompañado”. Francesc Torralba dice “…afrontar la soledad consiste en aprender a utilizarla para ponerla al servicio de la vida, porque sólo quien lo hace es capaz de crecer y extraer las mejores lecciones… la soledad no debe ser ajena a sentirse profundamente querido”.
Otra alternativa para vencer la soledad, es ampliar la red de amigos, los psicólogos aconsejan que para lograrlo debemos tener en cuenta los siguientes puntos:
1) Aprende a aceptarte y quererte tal como eres
2) Conoce personas nuevas y vence la timidez.
3) Aprende a escuchar
4) Se solidario y generoso con las personas, ser egoísta es aislarte.
5) Trata de pertenecer a asociaciones, grupos o voluntariado, ampliarás tu red social y contacto humano.
Fuente:
http://comoserfeliztodoslosdias.wordpress.com/2012/06/20/iii-la-soledad-impuesta-la-soledad-en-compania/#more-420