El problema con las cosas que nos decimos a nosotros mismos es que las consideramos verdades absolutas. Es hora de que aprendamos a disputar esos pensamientos que tomamos como ciertos por el simple hecho de que decidimos creer que así es. Nuestras creencias no son más que hipótesis que tienen que ser puestas a prueba.
Primero tendríamos que aprender a evitar a exagerar la magnitud de nuestras creencias e interpretaciones acerca de las cosas que nos suceden. Disputar efectivamente involucra tener argumentos sólidos, no basta con decirse lindas frases, tenemos que buscar las evidencias positivas que nos demuestren que no todo es tan terrible como pensamos.
Cuando la catarata de pensamientos negativos aparece, el primer paso que tenemos que tomar es el de calmarnos y darnos un tiempo prudencial para pensar. Hay que distanciarse de esos pensamientos para poder sopesarlos objetivamente. Muchas veces puede haber algo de cierto en ellos, pero eso no quiere decir que sea tan cierto como creamos. Por ejemplo, podemos no tener pareja en el momento actual y por eso creer que siempre nos equivocamos en la elección amorosa, pero supongamos que sí te equivocaste un par de veces, eso no quiere decir que te volverá a suceder en el futuro ni que te quedaras solo para siempre. La verdad de nuestra vida debe ser puesta a prueba, porque muchas de nuestras verdades no son más que un constructo de pensamientos catastróficos que en realidad no reflejan toda la certeza de nuestros actos.
Cuando pienses en las evidencias que respaldan tu teoría, debes tomarte el tiempo para buscar aquellas que estén en contra también, de esta manera te aseguras de disminuir tu tendencia a ver sólo una cara de la moneda. Otra táctica es generar alternativas, ¿de qué otra manera puedes considerar la situación? Recuerda pensar en contexto, las situaciones están repletas de detalles muchos de los cuales ni siquiera conocemos, sería arrogante de nuestra parte considerar que sabemos todo de una situación cuando en realidad no es así.
Si un evento malo nos ocurre tenemos que detener la avalancha de pensamientos que nos dicen que cosas terribles nacerán de esto, deja de preguntarte ante cada pelea con tu pareja ¿qué pasaría si mi esposa me deja?, ante un llamado de atención de tu jefe ¿qué pasaría si me despidieran? Y si esto sucediera, ¿qué tan terrible sería? Sé específico y brinda detalles a esta respuesta. ¿Cómo harías para mejorar la situación? Ahora pregúntate, ¿qué es lo mejor que podría pasar en esta situación? Usualmente no ocurrirá ni la peor ni la mejor, será algo intermedio.
El estar preparado para las situaciones brindará un poco de calma, en lugar de asustarte, piensa en un plan de ataque. ¿Cómo puedes trabajar en ti? ¿Qué puedes hacer ante ese evento en particular? ¿Cómo puede suavizar una pelea? Tomar acción, sentirte dueño de la situación te brindará más paz.
En esta serie de artículos han aprendido a identificar los pensamientos negativos, a buscar evidencias en contra de ellos, a no exagerar los resultados de determinadas situaciones, a buscar alternativas, a cambiar sus creencias. La vida es tan díficil como ustedes decidan verla, siempre habran contratiempos y dolor, pero eso no significa que serán eternos, lo malo también se termina y no pierdan la esperanza de salir adelante. Si ustedes no pueden llevar a cabo estos consejos por sí mismos, no duden en buscar ayuda, todas las herramientas que puedan utilizar a su favor serán bienvenidas. Sigan trabajando en su camino hacia la felicidad porque es el más hermoso y el que sin duda vale más la pena.
27077699/098165994
Lic. en Psicología Mariana Alvez
marianaalvezg@gmail.com