Desde los primeros recuerdos de la humanidad, el alcanzar la felicidad es el máximo anhelo, que se busca a lo largo de la vida. ¿lo hemos encontrado en el alcohol, en las drogas o en el sexo? Con mucho, te ofrecen un placer temporal o falsa felicidad, pero en realidad, ¿qué es lo que necesitamos para ser verdaderamente felices y estar satisfechos?
No es difícil darnos cuenta que la felicidad se presenta en una variedad de formas distintas, algunas más o menos buenas, pero todas temporales.
Una de las enseñanzas de los modernos gurúes, que a menudo se presentan como espirituales, es que una vez que sepamos lo que realmente queremos, “vayamos por ello”. Esta actitud, que puede parecer una forma liberal e iluminada de conducirse, nos puede parecer adecuada, pero si lo pensamos mejor, tal vez no sea la forma más idónea de actuar.
¿Cuál es la verdadera solución? ¡El conocimiento espiritual! Que nos permite escoger nuestro camino y vivir la vida con mayor sabiduría.
El conocimiento espiritual nos informa que existen muchos niveles y clases de felicidad, pero que el conocimiento espiritual es el más grande. Tal vez no estemos totalmente consientes de ello, pero es a lo que todos aspiramos secretamente y lo que verdaderamente necesitamos.
Este sencillo mensaje ha permeado diversas culturas y ha sido también la enseñanza de los grandes santos de todos los tiempos. Es el único siempre actual en un mundo en donde los cambios se suceden tan rápidamente que se nos dificulta mantenernos firmes.
La mayoría de nosotros ni siquiera nos molestamos en hacer la prueba de seguir estas enseñanzas, mucho menos en practicarlas seriamente. Y es que estamos inmersos en una forma de vida, y seguimos los clichés que nos dicta la moda, la que sigue los avances tecnológicos, avances de la era moderna y de toda la opulencia material imaginable como resultado de esos avances. La gente, en general, no es feliz, no está satisfecha, ni en paz, ni siquiera está a gusto con lo que posee o lo que es.
La gente percibe o intuye que una dosis de sencillez en su vida y pensamientos más elevados, es la respuesta al caos y a la confusión que parece rodearnos, tanto dentro como fuera de nosotros.
Una vez que aprendamos a conocer nuestra verdadera esencia, posición y función en el sentido espiritual, entonces y sólo entonces, podremos experimentar la verdadera paz interior y la felicidad, relativamente sin que nos afecte el mundo alrededor: ¿cuál es la meta? Estar en el mundo pero no para el mundo.
Para lograr esto, es útil enfocarnos en lo que está más allá del mundo material. Una sencilla técnica de meditación que nos permite hacerlo, es la siguiente:
Siéntese en una silla, tranquilo y relajado, respire lenta y profundamente. A medida que inhala pronuncie mentalmente el nombre Ga-u-ran-ga. A medida que exhala pronúncielo suavemente en voz alta. Repita este mantra durante 10 minutos y le aseguro que la experiencia será increíble.
Gauranga significa el Único con la Refulgencia Dorada. Esta palabra "Gauranga" incluye conocimiento completo y realización acerca de Dios, Su Energía y el alma espíritual. La creación entera está contenida en el Nombre "Gauranga" y nada existe fuera del Nombre. Por eso el Nombre de "Gauranga" es descrito como la más preciosa joya y el más importante entre los principales Nombres de Dios, en toda la creación y en todas las escrituras Védicas reveladas.
Revista Mundo Natural
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