Como cualquier otra actividad sexual, el
sexo anal requiere de un aprendizaje y de información adecuada para poder practicarlo con placer, seguridad y de forma cómoda y relajada.
El
sexo anal consiste en la estimulación del ano en la relación sexual. Podemos estimularlo con la boca, con la mano, con algún juguete vibrador…, o mediante el coito.
El 40% de las parejas heterosexuales lo han practicado alguna vez; sin embargo, para muchas parejas sigue siendo un gran tabú, y aunque pueden sentir curiosidad -e incluso deseo- por practicarlo, no se atreven a comunicarlo a su pareja. Otras parejas lo practican y no hacen referencia a esta conducta sexual, normalmente porque existe la creencia de que la actividad
anal está asociada a la homosexualidad. No olvidemos que todavía en nuestra sociedad -supuestamente liberada sexualmente- existe mucha homofobia- actitudes y comportamientos negativos hacia la homosexualidad- y, para algunas personas, todo lo que rodea a la homosexualidad genera actitudes confusas y de rechazo.
¿Cómo practicarlo?
El esfínter
anal es un músculo que se contrae y se dilata, de forma que puede ofrecer cierta resistencia a la penetración. Es muy importante que la persona esté relajada y que la penetración se haga con un cuidado especial. Si en algún momento duele no hay que forzarlo, todo lo contrario, hay que dejar de intentarlo inmediatamente . Es aconsejable realizar penetraciones suaves y paulatinas, para que el ano vaya dilatándose poco a poco hasta acomodarse al tamaño del pene. Para que sea un acto placentero, lo esencial es intentarlo poco a poco y siempre después de haber estimulado -previa lubricación- toda la zona
anal.
El ano no se autolubrica -su mucosa es diferente a la vaginal- por tanto es muy importante que utilicéis cremas y lubricantes, no sólo para la penetración, sino también cuando estimules la zona perianal con la mano o con un vibrador. Hoy en día puedes encontrar en las tiendas especializadas una buena colección de lubricantes y productos específicos para el
sexo anal. Algunos lubricantes anales llevan incluidos productos que ayudan a la dilatación
anal para hacer la penetración más fácil.
Penetraciones no demasiado profundas
Sin embargo, a pesar de los lubricantes, geles y cremas que existen para el
sexo anal, no debéis olvidar que las penetraciones y los movimientos coitales no deben ser tan profundos y tan “salvajes” como cuando practicáis el coito vaginal, ya que se pueden lesionar algunos tejidos.
Si la comunicación sexual y la complicidad de los amantes siempre es un elemento importante en la satisfacción sexual, cuando practiquéis
sexo anal estar pendiente de la pareja y de sus indicaciones es un ingrediente fundamental para el éxito de esta práctica.
La clave para que la penetración sea placentera es que la persona penetrada marque el ritmo y establezca el nivel de penetración que le gusta y resulte adecuada para su comodidad y satisfacción.
Desde mi experiencia como Terapeuta Sexual, animo a las parejas que se inician en el
sexo anal a practicar lentamente y empezar con un “masaje
anal”. Consiste en que estimuléis el ano con los dedos o con un vibrador, todo con mucha lubricación en toda la zona.
Dedo o juguete sexual
En la medida que vais realizando el masaje -siempre en complicidad con vuestra pareja- ir introduciendo el dedo o el juguete sexual poco a poco sin ningún tipo de prisas. De esta forma, el esfínter
anal -si la persona esta relajada y cómoda- va paulatinamente aprendiendo a dilatarse como respuesta a nuestra estimulación. Una vez que vayáis practicando estos juegos, ya veréis como la penetración con el pene es más fácil y placentera.
Mi última recomendación estaría encaminada a recordaros que debéis utilizar preservativo, tanto para la prevención de las infecciones de transmisión sexual, como por los virus y bacterias que se alojan en el recto. Si realizáis penetraciones anales y vaginales alternativamente debéis cambiar el preservativo, en caso contrario facilitaríais las infecciones.
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