Como todas sabemos, no existe una sola forma de practicar el sexo y ninguna es mejor que las demás, sin embargo lo que está claro, es que para la mayoría de las mujeres el coito no suele ser suficiente para alcanzar el orgasmo. Los masajes eróticos, el sexo oral, la masturbación mutua, el uso de juguetes y vibradores…, constituyen lo que llamamos juegos eróticos de los que podemos disfrutar para llegar al orgasmo. Por tanto, una primera premisa para mejorar nuestras relaciones sexuales es no considerar que el sexo es igual a la penetración vaginal.
¿Qué es un orgasmo?
La forma en que responde nuestro cuerpo durante el orgasmo es prácticamente la misma para todas nosotras: contracciones rítmicas y simultáneas del útero, el tercio exterior de la vagina y el esfínter anal. Estas contracciones, que son sumamente placenteras, se producen cada 0,8 segundos al principio y, a partir de la tercera o cuarta, su intensidad va disminuyendo y los intervalos alargándose, hasta llegar a un máximo de 10-15 contracciones. Este es el patrón de respuesta orgásmica, pero obviamente, esta experiencia orgásmica puede variar de una mujer a otra, y también según la intensidad del orgasmo las contracciones pueden sentirse más profundas o localizarse más en una u otra área de la vulva, vagina, perineo, ano o el útero… Por otra parte, el placer tiene un componente subjetivo y cada una de nosotras vivimos esta experiencia de forma distinta: hay mujeres que les gusta permanecer calladas durante el orgasmo, las hay que chillan, y otras se contorsionan arqueando la espalda mientras disfrutan. Todo es válido, las mujeres no hemos sido hechas de un solo molde.
¿Qué podemos hacer para mejorar y alargar nuestros orgasmos?
Aunque el orgasmo suele ser el resultado de la estimulación genital, hay mujeres que dicen poder experimentar orgasmos con sólo pensar en algo erótico, sin ningún estímulo físico; otras con el relato de fantasías de sus amantes o viendo películas románticas o de contenido sexual. Por tanto, lo que parece que está claro es que hay mil formas de alcanzar y prolongar el clímax sexual y cada una de nosotras debe potenciar su sensualidad y el erotismo que más le conviene para disfrutar al máximo.
Sabemos que no hay una receta infalible para alargar nuestro placer, aunque si puedo comentarte algunas pautas que pueden ayudarte muchísimo. En primer lugar, ejercita tu vagina para ganar en sensibilidad. Nuestra sensibilidad vaginal no es homogénea. La parte más sensible de nuestra vagina es la más externa, la más cercana a la entrada, concretamente el introito vaginal o apertura exterior. Esta parte de la vagina suele considerarse la más excitable debido a que está rodeada por las raíces y bulbos clitorianos y tiene numerosas terminaciones nerviosas, incluido la zona llamada punto G. Además esta es la zona que se contrae durante los espasmos orgásmicos. Podemos aprender a sensibilizar nuestra zona genital, fortaleciendo nuestra musculatura pubococcígea (PC), que es la que rodea la parte inferior de nuestra uretra, vagina y recto, y que, junto con otros músculos, se contrae cuando alcanzamos el orgasmo.
Localiza tu musculatura PC: mientras orinas corta el flujo en varias ocasiones. Los músculos PC son los que comprimes al detener la micción de orina. Una vez que has localizado tus músculos PC es importante que los ejercitemos: prueba a contraer y relajar esta musculatura de 10 a 15 veces. Hazlo tres veces al día, busca tus momentos diarios para no olvidar de hacer tus ejercicios. Una vez que hayas dominado este ejercicio prueba a realizarlo durante la penetración vaginal, contrae y suelta tus músculos PC, rodea y aprieta al pene contrayendo tus PC., siente la sensibilidad de tu vagina. Este ejercicio es sumamente placentero tanto para ti como para tu pareja que sentirá como las paredes de la vagina presionan su pene. Cuando comiencen las contracciones del orgasmo, contrae al mismo tiempo tus PC, te ayudará a potenciar la conciencia del placer de tus contracciones y las alargarán. Concéntrate en sentir cada contracción durante el orgasmo y realiza al mismo tiempo tus ejercicios vaginales. Esto ayudará a aumentar tu placer.
Sin embargo, no es bueno que te obsesiones con alargar tus orgasmos, puede que esta preocupación reste placer a tu clímax. Lo importante es que disfrutes al máximo de tu experiencia orgásmica. Recuerda que cada mujer goza de un modo distinto y lo importante es que te conozcas y escuches a ti misma.
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