La venganza tiene patas cortas

La venganza puede ser muy dulce, pero de acuerdo a los expertos, esta sensación es de corta duración y no tan placentera. Algunas mujeres que han tomado revancha finalmente no se sienten bien consigo mismas, y confiesan que no ha valido la pena.

Las represalias

Las personas deseamos vengarnos cuando alguien nos ha hecho algo desagradable, y nos sentimos impotentes y menospreciadas. Ni siquiera tiene que haber un vínculo emocional, sólo el hecho de sentirte engañada de alguna manera, te hace desear contestar la agresión para recobrar el control de la situación. Pero, la mejor manera de actuar es decirle a la persona que te ha herido cuán enojada estás, en lugar de intentar vengarte.
Un caso famoso de esposa desdeñada que decide vengarse, es el de una dama perteneciente a la más alta aristocracia inglesa, cuyo esposo huyó con una mujer más joven luego de muchos años de matrimonio. La despechada mujer no se dedicó a ahogar sollozos entre tazas de té y bollos, sino que tomó las botellas más caras de la bodega de su marido y las distribuyó entre los vecinos, y la emprendió, filosas tijeras en mano, contra los trajes de diseño de su guardarropa. ¿Pero esto le hizo sentirse mejor? En realidad es más probable que su bienestar actual se deba al hecho de que ha seguido adelante, encontrado una nueva pareja y logrado ser feliz. Y en todo esto su acto de revancha tiene poco que ver.

Dulce y picante

A pesar de que no son sólo las mujeres las que buscan vengarse, las historias de hombres atacando con objetos filosos el guardarropa de sus ex son mucho menos frecuentes. Los hombres tienden a devolver el golpe en el momento, mientras que las mujeres necesitan tramar con tiempo su revancha. Los varones están educados para actuar, desde niños se les dice que si los intimidan deben devolver la agresión, mientras que a las niñas se les enseña a sonreír y ser siempre amables

La felicidad es la mejor venganza

Recuerda siempre que la venganza es una señal de que todavía te importa la otra persona, y es una acción que te hace rebajarte a su nivel. Es mucho mejor trabajar tu enojo, seguir adelante, y comenzar una nueva vida. Esta es la mejor forma de venganza.

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