Por: Dr. Ezequiel López Peralta
El orgasmo simultáneo, es decir al mismo tiempo, parecería ser la panacea de una pareja que busca la plena satisfacción sexual. Para muchos es el indicador de que en esa relación existe verdadera química sexual. Pero quienes tienen la tendencia a exigirse en ese aspecto, pueden encontrar frustrante el hecho de no sincronizar sus orgasmos. De hecho he recibido consultas de parejas preocupadas por su supuesta insatisfacción sexual. Al indagar más encontré que tenían la creencia errónea de que el orgasmo simultáneo era algo que debían alcanzar para considerarse “normales” sexualmente.
El orgasmo simultáneo no es fácil. Requiere de un conocimiento sofisticado de los estímulos que disparan nuestro orgasmo, también del conocimiento de los “botones” de la pareja y, finalmente, de una concordancia de ritmos y tiempos que, cuando se logra, suele requerir de un cierto recorrido. Algunas parejas lo logran en contadas ocasiones, otras en la mayoría o siempre.
Quienes obtienen ese orgasmo sincronizado van aprendiendo a “leer” las señales corporales de su pareja cuando se va acercando, y allí van acelerando o frenando, según sea el caso. A veces se utilizan las palabras para guiarse y retroalimentarse de manera explícita. Todo tipo de comunicación puede ser útil, ya que pocas parejas alcanzan ese pico de placer compartido de una vez.
Cuando llegamos a ese clímax en el mismo instante la sensación de placer se potencia, alimentándose mutuamente al sentir esa total compenetración. De todos modos pienso que no es la única manera de sentir un placer intenso ni de percibir la química sexual. Es importante no obsesionarse, y aprender que el camino al placer puede tener varias vías.