EXTRAIDO DE DIRECTORIO DE ARTÍCULOS DE PSICOLOGÍA
Cuestiones previas:
Perseguir las ilusiones cuesta esfuerzo.
A las ilusiones, a partir de ahora, las denominaremos objetivos.
Recomendamos escoger un máximo de tres objetivos. Si escoges más, corres el riesgo de dispersarte.
Empecemos:
1. ¿Ya tienes tus objetivos? escríbelos en un papel, numerados por orden de preferencia.
2. ¿Todos son objetivos que quieres conseguir tú? Es importante fijar objetivos compartidos con la pareja, pero un objetivo que pertenece sólo a otra persona no es un buen objetivo.
3. ¿Depende de ti? Si este objetivo sólo depende de tu propio esfuerzo, déjalo en la lista, pero si depende del esfuerzo otras personas, la suerte y/o el azar, descártalo, es una ilusión pero no nos sirve como objetivo.
Ej.1:Que me toque la lotería, depende del azar. No sirve.
Ej.2:Encontrar trabajo mantiene un componente de azar, pero depende en gran medida del propio esfuerzo.
4. Positivo y negativo: Escribe en el papel todo aquello positivo que te aportará lograr este objetivo, y todo lo que crees que perderás o deberás invertir. Si a pesar de lo que pierdes te sigue ilusionando, es un buen objetivo.
5. ¿Es lo suficientemente concreto? ¿Se puede dividir en objetivos más pequeños? Si es así, hazlo. Cuanto más dividido esté el objetivo, más fácil será mantener la ilusión y conseguir el objetivo general.
Ej.1: Ser feliz, es un objetivo demasiado general, y se deberá dividir en una serie de objetivos que en el caso propio, puedan traer a la felicidad cuando se haga la valoración.
Ej.2: Perder peso es un buen objetivo general, pero demasiado amplio, y se debería que dividir en objetivos más pequeños : por ejemplo: hacer una dieta equilibrada, ir al gimnasio los martes y el jueves y perder, gracias a todo esto 10 kg durante el año 2012.
6. ¿Se puede medir?
Dicen que lo que no se puede medir, no existe.
Para saber si un objetivo se ha cumplido, necesitamos tener, desde el principio unos parámetros para valorarlo.
Ej: iré al gimnasio, es válido sólo en el supuesto que especifique el número de ocasiones por semana que lo haré, y si es posible el tiempo que dedicaré a hacerlo.
¿Podré comprobar si lo he hecho o no? Es importante evaluar con frecuencia el grado de cumplimiento y los resultados, solo así se mantendrá la motivación para salir adelante con el objetivo.
7. ¿Es factible y realista?
Muchos objetivos fracasan por no ser factibles. ¿Es compatible con tu día a día? ¿Podrás asumir el esfuerzo que te supondrá?¿Es compatible con el tiempo de que dispones?
Ej.1: Iré a yoga tres veces a la semana a las 20:00h no es un objetivo realista si tienes un hijo/a de 6 años que debe cenar en este horario, y no dispones de alguien que pueda hacerse cargo.
Ej.2: Me convertiré en una pintora famosa no es un objetivo realista si acabas de empezar; será mejor que previamente te marques objetivos menos ambiciosos.
8. ¿Cuál es tu margen de maniobra o no cumplimiento?
En todo objetivo, es necesario establecer un margen concreto en el que me dé permiso para no cumplir al 100% el objetivo.
Hay que ser realista a la hora de planificar los objetivos, pensando que en alguna ocasión no podré, y no por eso, el objetivo se pierde.
Este margen puede ser una arma de doble filo, así que sé exigente y no lo incrementes durante el proceso.
9. Debe tener una temporalidad: ¿Cuándo empezaré? ¿Cuándo finalizaré el objetivo y valoraré los resultados? Hay que establecer fechas concretas y ser estricto con los plazos. Se debe marcar una frecuencia si el objetivo lo permite.
Ej: Me pondré en forma:
1.- Me apuntaré al gimnasio esta semana.
2.-Iré dos veces a la semana al gimnasio durante dos meses y me haré un pequeño regalo.
3.- Iré al gimnasio dos veces a la semana durante tres meses y a correr una vez a la semana y lo celebraré…
10. La fórmula mágica para crear el hábito: si para conseguir aluno de tus objetivos necesitas generar un hábito, ten en cuenta que algunos estudios científicos dicen que para convertir una conducta en un hábito hará falta que la repitas 21 veces seguidas, sin saltártela ni una sola vez. Es decir, si vas a correr 4 días a la semana, deberás ir 2 meses seguidos de forma ininterrumpida. Cuando instauramos un hábito de manera efectiva, disminuye el esfuerzo que nos requiere decidir si hacerlo o no, y resultará mucho más fácil seguirlo.
11. ¿Y si no lo consigo? No pasa nada, lo importante es que valores qué ha fallado. Puedes repasar el objetivo, y preguntarte si cumplía con todos los requisitos, y entonces redibujarlo de nuevo. Lo más importante es que no pierdas la ilusión, aprendas de los errores y sigas adelante si consideras que este objetivo sigue siendo importante para ti.
Hay que tener en cuenta que todo objetivo que no se cumpla, puede provocar una frustración. En función de la importancia vital que tenía este objetivo no cumplido, y la existencia o no de posibilidades de cumplirse en otro momento de tu vida, puede desembocar en un duelo de mayor o menor importancia.
Ej.1: He intentado aprobar unas oposiciones pero he quedado fuera de plaza. Este objetivo no cumplido supone un aplazamiento del objetivo, pero puede facilitar el cumplimiento del mismo, u otros similares en el futuro.
Ej.2: Habíamos previsto tener una criatura este año, pero después de probarlo, hemos descubierto que no podemos tener hijos. Este objetivo no cumplido implica asumir que uno de los principales objetivos de esta pareja no se podrá cumplir.
En el segundo caso, se pasará por un duelo (sentimientos de frustración, rabia y tristeza), para llegar, en un momento dado, a encontrar objetivos que sumados, o por ellos mismos, serán igual de importantes. La búsqueda y reinvención de objetivos es una constante a lo largo de la vida.
12. Algunos trucos:
Alimenta la motivación: define victorias rápidas. Se trata de que establezcas pequeños objetivos iniciales, que puedas conseguir en poco tiempo y te resulten fáciles. Esto te ayudará a animarte para conseguir el resto. Importante: ¡No te olvides de celebrar tus éxitos y compartirlos con personas importantes para ti!
Busca personas con las que compartir el camino: Es bueno tener personas con las que ir comentando el propio proceso, en la mayoría de los casos serán amistades, familiares, pareja, o incluso, una terapeuta o coach. Hay que elegir con cuidado a las personas que escogemos, puesto que necesitamos que alimenten nuestra motivación y no que nos limiten. Si no estás seguro/a de tener las personas adecuadas para apoyarte, algunas sesiones con un psicólogo o una psicóloga te ayudarán. El trabajo diario de los profesionales de la psicología consiste en ayudar a otras personas a lograr sus objetivos.