Desde el punto de vista de la Astrología, conocemos que hay tiempos en los cuales se manifiestan o emergen distintos tipos de energía con una determinada cualidad a ser vivenciada y comprendida. Estos tiempos, a los cuales llamamos “tránsitos”, “progresiones” y “revoluciones” son, momentos específicos en los cuales un orden establecido es puesto a reconsideración. El ser humano, en general, vive estas circunstancias (con mayor o menor grado de inquietud) como cambios en su vida: en la sensación misma de su identidad, en alguna esfera de vida en particular, en sus relaciones, etc. La magnitud de éstas “crisis” depende de muchos factores y es necesario hacer un estudio de nosotros mismos para situarnos frente a ella de la mejor manera posible.
Si bien las crisis son un proceso individual, que hace al desarrollo de cada uno de nosotros, es decir al proceso de “individuación”, aquí propongo algunos ejercicios, en forma general, que podemos practicar para facilitar el proceso de cambio e ir comprendiendo el significado existencial del mismo. Hay también, “crisis” colectivas, de grupos de individuos, por ejemplo: la familia, el matrimonio, amistades, relaciones laborales o de un país entero involucrado en “época de transformación”. Es también, creo evidente, que estamos viviendo hoy, como ciudadanos planetarios una “crisis” que nos compete a todos.
Aquí nos referiremos a la que se halla íntimamente ligada con la decisión y responsabilidad de y sobre nosotros mismos en forma individual ( aunque reconozco que somos seres interdependientes que somos mutuamente recreados).
(Aclaración: Los tipos de ejercicios a realizar deberán asociarse a los síntomas propios de cada “nivel de referencia”, será necesario hacer un diagnóstico de situación, para observar, en que medida y que tipo de ejercicio, es beneficioso para cada uno y facilitador del proceso de transformación en cuestión. Puede haber síntomas que requieran de una atención específica de un profesional-persona de nuestra confianza (médicos, nutricionistas, masajistas, psicólogos, profesores de algún arte u otro tipo de mentor), así como, también, hay ejercicios que no requieren de síntomas para su práctica. Es, también importante, tener en cuenta la disponibilidad de recursos. físicos, económicos, laborales y de contención afectiva con que contamos )
Nivel físico:
• Reconsideración de la alimentación, dietas
• Ejercicios corporales: caminar, deportes, bailar, expresión corporal
• Masajes
• Baños de inmersión
Nivel energético:
• Prácticas de Hatha Yoga, Tai Chi, Chi Kung, etc.
• Ejercicios bioenergéticos
• Ejercicios de respiración
• Contacto con la naturaleza: jardinería, paseos, baños de sol
Nivel emocional:
• Algún tipo de consultoría ( esto es, un contexto donde, dejar emerger las emociones movilizadas, para comprender su origen y su significación)
• Darse un espacio para expresar emociones: alegría, tristeza, enojo, compasión, miedo, perdón, envidia, admiración, celos, simpatía, etc. ( A veces esto requiere de algún contexto contenedor –terapéutico-, otras, sólo de un acercamiento a obras de arte, como espectador o autor: poesía, pintura, teatro, música, danza, etc.)
Nivel mental:
• Algún tipo de consultoría ( en este nivel para revisar cosmovisiones de la vida, dialogar sobre creencias o pautas que pueden estar erróneamente entendidas, comprensión de procesos inconscientes que pugnan por emerger a la luz de la conciencia, confrontar acerca del criterio a observar en cuanto a qué aprender y qué desaprender, etc. )
• Ejercicios de visualización, de reafirmaciones entusiastas, de imaginación activa, etc.
• Tener un diario personal donde escribir sobre experiencias, ideas, emociones, relaciones ( como medio de “dejar asentado” sobre el papel lo que voy vivenciando en el ámbito mental: intuiciones, fantasías, “darse cuenta”, etc.)
• Trabajo con los sueños
Nivel contemplativo
• Algún tipo de meditación u oración
• Ejercicios de auto indagación, de centramiento, de exploración de la propia conciencia.
• Estudio y práctica de los llamados ENOC ( Estados no ordinarios de conciencia) o estados ampliados de conciencia, promovidos por psicotécnicas específicas y adecuadas al tipo de energía –síntoma- emergente
Nivel comunitario:
• Actividades grupales ( terapéuticas, artísticas, de autoayuda, de servicio voluntario, etc.)
• Prácticas de reciprocidad o cooperación ( escuchar y ser escuchado, ayudar y ser ayudado, trueques, etc. )
Nivel planetario:
• Establecer contacto y amistad con los fenómenos naturales
• Visitas a los llamados “lugares sagrados”
• Reconocer ritmos estelares (lunas nuevas y llenas, cambios de estación, etc.)
• Práctica de conciencia ecológica (reflexionando sobre la Tierra como nuestro hogar, actividades de reciclaje, conciencia del consumo de recursos, simplicidad voluntaria - concepto de Duane Elgin-, etc.)
Por Javier Alvarez