Cuando hablamos de gustos o preferencias sexuales deberíamos tener presente que, en la práctica, no existe ningún punto de referencia externo, objetivo, que nos permita establecer claras diferencias entre lo que es normal y lo que resulta anormal. Por el contrario, todo es cuestión del contexto social, personal y cultural al que pertenecemos.
Fue San Agustín el primero en perfilar explícitamente el comportamiento sexual correcto al definir la postura del misionero como la apropiada; consistente en que la mujer debe yacer sobre su espalda y el hombre encima de ella, haciendo uso sólo del orificio adecuado: la vagina. Con lo que el sexo anal y oral quedó proscrito, así como definir que el miembro adecuado para esta labor sea sólo el pene.
Echa un vistazo a lo que suelen hacer nuestros vecinos globales y verás que diferentes manera de mover al mundo.
Tao Chino: El elixir de la inmortalidad
Dónde se practica: China
Motivación: Místico medicinal
En sus intentos por prolongar la vida, los sabios chinos de hace 5,000 años dieron con el tao, una doctrina metafísica que luego recogió Lao Tsé y según la cual el hombre debe dejarse conducir por las fuerzas superiores de la propia naturaleza en consonancia armónica con el fluir universal. Semejante elixir de la inmortalidad se elabora mediante una alquimia interior consiente de la energía sexual, el “ch”i”. Y en la fusión de las energías “ch”i” masculina y femenina está el secreto del éxito. Para ellos se practica la “carezza” o coito con muchas mujeres: el taoísmo mantiene que con la eyaculación se disipa la energía vital del hombre, mientras que la mujer disfruta de una reserva inagotable de la misma, de ahí que durante el coito alquímico taoísta el hombre procure inducir orgásmicos múltiples a la mujer, en tanto que él suprime rigurosamente la eyaculación. Para despertar este potencial sexual hay que ejercitar con el yoga y métodos como el “ejercicio del ciervo” que consiste en la contracción voluntaria de los músculos que rodean el ano y que ayudan a controlar la eyaculación. Los que practican la alquimia taóista el pie de la letra toman la llamada “píldora de cinabrio” compuesta de semen y fluido vaginal.
Tantra Hindú: Orgasmos cósmicos
Dónde se practica: India y Nepal
Motivaciones: Religiosas
Originado en la antigüedad India, el tantra hindú constituye el cuerpo de doctrina yoga que más ha influido en el desarrollo de la magia sexual occidental. En el trantrismo, la unión del hombre y la mujer está sujeta a una adoración de carácter religioso: los practicantes se funden en la grandeza del cosmos y se sienten parte de él (de Dios, en definitiva). Como pura técnica, su objetivo es excitar la “shakti” o energía divina femenina con una serie de posiciones que desembocan en el orgasmo sin contracciones pélvicas ni eyaculación en el hombre (así se estimula el movimiento del “kundalini” o la “energía de la serpiente”, que sube desde la base de la espina dorsal hasta el cerebro, liberando y expandiendo la conciencia. El principio es fatigoso pero sus adeptos aseguran que se puede el orgasmo sin el contacto físico.
El Kalahari: Juegos entre chicas
Dónde se práctica: Botsuana, Namibia y Sudán
Motivaciones: Económico placenteras
Hasta hace poco no se supo que las muchachas !kung del desierto del Kalahari realizan juegos sexuales con otras chicas antes de probar con los chicos. Y aun cuando se casan suelen tener algunas amantes, varones aparte. Entre los nuers, los dinkas y otras etnias del desierto sudanés, el matrimonio mujer-mujer es legal, y cualquier soltera que pueda hacer frente al valor material de la novia, es decir, poder pagar el dote, puede conseguir una o varias esposas.
Malasia: El sexo nunca se rechaza
Dónde se practica: Malasia central y Borneo
Motivaciones: Tabúes religiosos
Resistirse al reclamo del sexo trae mala suerte. Eso creen los semais, una etnia del sureste asiático. Con el término “punan” (tabú), designan cualquier gesto que haga sentir rechazo o frustración a otra persona, por lo que cometer “punan” contra alguien equivale a una agresión que puede volverse contra el pueblo en forma de castigo divino. Así que rechazar a un pretendiente es “punan”: si se quiere mantener relaciones sexuales sólo hay que decirlo a la otra persona y se le complace: sin acosar, que también es “punan”. Las relaciones fuera del matrimonio son un “préstamo”
Papeete: Un trasverstido suple a las mujeres
Dónde se practica: Tahití
Motivaciones: La necesidad simple y pura
Los tahitianos lo tienen claro: ¿Qua necesitan desahogarse y no hay mujeres disponibles?, pues van y le hacen una visita al “mahu” una figura enormemente respetada en esta sociedad; un hombre homosexual declarado que nunca convive con mujeres, pero se comporta como ellas: se depila y se viste de chica, baila y canta, suele tener hasta la misma voz afeminada y entretiene a hombres y muchachos ofreciéndoles felaciones y sodomía. Cada aldea tiene el suyo, y los habitantes lo aceptan sin ningún tipo de problema, de hecho, la mayoría de los varones se relaciona con él cuando escasea el género femenino, sin que eso les reporte desacredito alguno, al fin y al cabo lo consideran sólo un juguete sexual de emergencia, aunque curiosamente sea el tahitiano heterosexual el que asuma el papel pasivo en las relaciones sexuales con el “mahu”, como ellos mismos admiten sin tapujos.
Amazonia: Punzamientos y tatuajes en el pene
Dónde se practica: Brasil, Venezuela, Colombia, Bolivia, Paraguay, Guayana.
Motivaciones: Sociales mágicas
Las prácticas sexuales entre las diversas tribus del Amazonas son tan francas y sencillas como el comer. Eso sí, los que llevan la voz cantante son siempre ellos: en su creencia de que a la mujer el sexo solo le interesa más bien poco por naturaleza, los varones se convierten en auténticos protagonistas de las relaciones sexuales. Su insaciabilidad les conduce a la poligamia y al incesto, y a mantener sus atributos en permanente pie de guerra. Para ello no dudan en someter sus penes a todo tipo de dolorosos rituales, cortes y escarificaciones, punzamientos y tatuajes, de manera que estos se “enfaden” y puedan retomar la faena. Al que no consiga satisfacer a la mujer se le humilla públicamente, obligándolo a padecer uno de estos tratamientos a ver si se arregla el problema. Por otro lado, también está bien visto golpear a las mujeres o provocarles cortes en piernas y cabeza, sobre todo si han sido infieles; las yanomamis incluso exhiben orgullosamente las cicatrices de recuerdo que les dejan las palizas de sus hombres. Sin embargo, nunca toleran que sus compañeros las besen en la boca, ya que les parece asqueroso.
Sambias: Hombres que beben semen
Dónde se practica: Nueva Guinea
Motivaciones: Iniciático sociales
La mayoría de los pueblos de Papúa / Nueva Guinea creen que los hombres son hombres por su semen, y que la mejor manera de obtenerlo es succionarlo de alguien que disponga de reservas del mismo. La consecuencia es la felación como ritual. En ella se basa sobre todo el complejo ciclo de iniciación de los sambias, que son separados de sus madres a los 10 años para ser llevados a los “clubes” junto a quinceañeros y veinteañeros. Durante siete años , los más pequeños realizan “fellatios” a los mayores, cuantas más veces al día piensan que es mejor; porque piensan que tragar el semen es la única manera de llegar a ser un hombre. Esta homosexualidad ritual concluye para el donante cuando cumple 25 años, luego deberá casarse y tener hijos para demostrar su virilidad.
África sureacuatorial
Dónde se practica: Zambia, Rodesia, Angola, Mozambique, Ruanda, Burundi, Nigeria, Tanzania
Motivaciones: Mágico-rituales
Todo un rosario de creencias y supersticiones animan a los hombres de los distintos pueblos de África negra a buscar el sexo en sus propias casas. Bien sea para cazar, como los tongas, bien para favorecer las cosechas, como los bantúes o triunfar en empresas difíciles como los ba-ilas, mantener relaciones con la madre, la hija o la hermana es el recurso que consideran adecuado, incluso pueden llegar a hacerlo invulnerable contra las bala (al menos eso piensan las tribus de los alrededores del lago Nyassa, al oeste de Mozambique). En cualquier caso, más allá de la magia ritual, las demostraciones de afecto entre los miembros de la familia no deja lugar a dudas: madres que acarician el pene a sus hijos, padres que pasan sus bocas por la vulva de sus hijas… Entre la comunidad de los bosquimanos, así como entre los yorbas de Nigeria, la destreza con el arco tiene mucho que ver con las habilidades sexuales y, para despejar cualquier tipo de incertidumbre, acostumbran a realizar el acto sexual con el primer antílope que consigan cazar.
Pulso Digital
http://www.pulsodigital.net/2009/06/guia-de-costumbres-sexuales.html#ixzz2OQPfM6z9