Corría el años 1986 cuando se encontraron los cadáveres de casi 1800 personas en las zonas cercanas al lago Nyos en Camerún.
Los animales tanto domésticos como los salvajes que poblaban la zona, corrieron la misma suerte.
Los cuerpos yacían intactos, sin rastro alguno de violencia o enfermedad aparente.
Fue necesaria la intervención de la comunidad científica de todo el mundo para llegar a determinar lo que allí sucedió.
Al parecer el origen de estas muertes se localizó en el propio lago, situado en el cráter de un volcan. Desde las profundidades del lago emanaron gases tóxicos que formaron una nube tóxica que sembró la muerte a su paso.
Hombres y animales cayeron asfixiados en 23 kilómetros a la redonda, sin que nada puedieran hacer.
Este tipo de erupciones reciben el nombre de erupciones límnicas; en en mundo hay tres lagos de las producen, los tres situados en Cámerun. El lago Nyos, el lago Monoun, y el lago Kivu.
Tras la erupción el agua del lago pasa de tener un aspecto transparente y limpio a un aspecto totalmente turbio.