El Lago Roopkund se ubica en los alto del Himalaya, en la parte de la India a más de 5,000 metros de altitud.
Esta área remota se encuentra congelada casi durante todo el año, y puede ser alcanzada únicamente a pie con una caminata de 4 días desde la base más cercana.
A pesar de su aislamiento, Roopkund cuenta con su propia historia macabra. Escondido debajo de sus profundidades congeladas, se encuentra una especie de fosa común, que ha sido el lugar de descanso de cientos de esqueletos humanos.
El descubrimiento fue realizado en 1942, por un guardia forestal quien tropezó con entre 300 y 600 esqueletos y cuerpos momificados esparcidos por las laderas y el fondo de este lago. Las primeras especulaciones de como estos restos terminaron en esta parte desierta de los Himalayas incluyen que es el resultado de epidemias, sacrificios rituales o deslaves
Las primeras investigaciones arqueológicas en el Lago Roopkund revelaron que los muertos en el sitio estaban compuestos por dos grupos extrañamente distintos pero geneticamente similares.
Uno de ellos de tamaño bajo y aparentemente compuesto de cargadores, y otro grupo de individuos mucho más altos que aparentemente formaban parte de la realeza.
La datación con carbono realizada en 1960, también sugería que los individuos fallecidos, murieron abruptamente entre 500 a 700 años.
La causa detrás de esta tumba masiva en Roopkund permaneció como un misterio hasta el año 2004 cuando se hicieron investigaciones adicionales, estimuladas por un documental de la Sociedad National Geographic, que mostraba nuevos datos del lago esqueleto. Se encontró que los restos no solo eran más antiguos de lo que originalmente se pensaba, datan desde el 850 A.C.para ser más exactos, sino también que todos los individuos habían sido victimas de una mortífera y masiva tormenta de granizo.
Los estudios posteriores de los craneos fracturados, revelaron que el grupo de individuos había presenciado para su mala suerte una tormenta de proporciones épicas, para la cual no había muchas áreas de refugio.
La mayoría habría sucumbido rápidamente a la lluvia de granizo, que los arqueólogos consideran tenían el tamaño de pelotas de baseball.
Lo que todavía no está claro, desde luego, es como un grupo tan grande llegó a este aislado rincón de los Himalayas.
El Lago Roopkund no se encuentra, ni siquiera de forma remota cerca de cualquier ruta comercial y tampoco es reconocida históricamente por ser un sitio de peregrinaje religioso. En la actualidad el lago es visitado solo por grupos de resistentes turistas de excursión que buscan experimentar la extraordinaria belleza himalaya.
http://dunheim.blogspot.com.ar/2014/01/roopkund-el-lago-de-los-esqueletos.html