Casi siempre al inicio de una relación de pareja, todo marcha muy bien, hay mucho que compartir, todo es armonía, pasión y entrega. Estar con la persona que amas es lo mejor que puede sucederte, y extrañas a esa persona con sólo alejarte de ella por unas horas.
Esta es la etapa de una relación de pareja que conocemos como el enamoramiento. Cuando estás enamorado, realmente sólo ves cosas buenas en la otra persona, y cualquier defecto que pudieras notar parece insignificante. En esta etapa realmente crees haber encontrado el amor verdadero y sabes que mientras permanezcan juntos, serán felices para siempre… ¿cierto?
Sin embargo, si nos vamos un poco más adelante en la relación, inevitablemente comienzan los problemas. Si, inevitablemente. No existe una relación de pareja normal en la que no haya conflictos.
Una vez que se termina la engañosa fase del enamoramiento, es cuando comenzamos a surgir como individuos en la relación. Comienza el ajuste real, en donde cada individuo empieza a ser más como es en realidad. En esta etapa puede haber un gran desengaño, ya que esa persona maravillosa con la que estábamos anteriormente, de repente “cambió”, y ya no se comporta como antes.
Ahora te encuentras en una relación en la que sientes vacíos, en la que ya no te sientes tan pleno como antes, ya no son tan intensamente agradables los momentos compartidos, y es aquí en donde muchas veces surge un enojo con el otro. Comienzan los reclamos. Empezamos a criticar lo que el otro hace y le exigimos que cambie su conducta, ya que según nosotros, “no es adecuada”.
Es en esta etapa de la relación cuando muchas personas comienzan a cuestionar si realmente están con la persona correcta. Si tal vez fue un error. Si quizá deberían dejar esta relación y buscar a alguien que los haga sentir enamorados otra vez. Esto puede ser un error muy grave, ya que todas las relaciones pasan por etapas de ajuste, y muchas veces abandonamos una relación con un potencial muy bueno, buscando una ilusión que no va a durar.
El problema de fondo no está en la relación actual, sino en las carencias afectivas que tú tienes, y que esperas que tu pareja satisfaga. Eso nunca va a suceder. Lo único que vas a conseguir es iniciar una relación nueva la cual quizá en un principio si te haga sentir nuevamente esa intensidad del enamoramiento, pero inevitablemente llegarás al mismo punto con el tiempo.
En resumidas cuentas, una pareja nunca te va a hacer sentir eso que deseas sentir. Eso te corresponde a ti. Tu debes ser quien sepa identificar cuales son tus carencias afectivas, y debes dedicarte a resolverlas, y entonces podrás tener una relación de pareja sana, sin dependencias ni exigencias, y podrás saber con claridad si efectivamente esa es la persona con la que quieres compartir tu vida.
Primero debes conocerte a ti y resolver tus asuntos emocionales, y no esperar a que alguien llegue a resolverlos. Para eso es muy recomendable hacer un trabajo para fortalecer tu autoestima, ya que mientras más a gusto estás contigo, más sanas son las relaciones que estableces con los demás.
Si tienes una situación de pareja incierta, si estás dudando si debes terminar tu relación, o si solamente es un bache en el camino, te recomendamos buscar apoyo de un terapeuta quien te ayude a identificar realmente cuales son tus expectativas sobre la relación, y que tan reales o fantasiosas son.
Recuerda que es absolutamente normal tener conflictos en la relación. Se trata de dos personas diferentes con historias diferentes y es imposible estar de acuerdo en todo todo el tiempo. Sin embargo es muy importante aprender a lidiar con los conflictos para que lejos de destruir la relación, ayuden a fortalecerla
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