Un indicador claro de nuestro progreso espiritual es el estado interno de bienestar y satisfacción. Cuando estamos contentos en nuestro interior, de forma natural sentimos amor hacia el ser y a la vez recibimos el amor de los demás. Una vida espiritual elevada significa que el alma consigue todos los logros: conocimiento, virtudes, fortaleza… Cuando están presentes todos los logros en el ser, el bienestar y la satisfacción se manifiestan en el alma de manera natural.
El estado espiritual de bienestar y satisfacción nos permite irradiar tales vibraciones sutiles hacia el ambiente que pueden ayudar a transformar un alma descontenta y aliviarla de su insatisfacción. Este estado de bienestar y satisfacción es un regalo divino especial. Redescubrimos que la naturaleza verdadera y original del alma es la satisfacción y el bienestar. Con esta especialidad de estar internamente contentos y satisfechos podemos acercar muchas otras especialidades. Ahora bien, la importancia reside en estar contento de manera constante y consistente. Para ello es necesario acumular poder espiritual.
Cuando el alma acumula poder espiritual, no importa cuánto cambien las situaciones, el estado de estar contento no cambia debido a las situaciones. Las situaciones externas van a cambiar de todos modos, pero el estado de satisfacción del ser se mantiene estable. Para tales almas, no importa cuánto pueda intentar sacudirles una situación, se experimentará como la escena de una obra de teatro. En la obra de teatro aparecen diferentes personajes interpretando diferentes papeles y se presentan diferentes situaciones. El alma, desde el estado de satisfacción y bienestar, experimenta la obra de teatro como entretenimiento y diversión.
Simplemente tenemos que seguir observando la obra como un observador desapegado mientras somos la personificación del bienestar y la satisfacción. Verlo todo mientras permanecemos estables en nuestra propia dignidad espiritual. Un pensamiento elevado que nos ayuda a mantener esta consciencia es: Soy una joya espiritual, una joya contenta. Ésta es la dignidad elevada del ser. La clave es mantener constantemente la especialidad del bienestar y la satisfacción de una forma manifiesta en nuestra consciencia.
Fuente: Brahma Kumaris World Spiritual University