Actualmente muchas personas están centradas en lograr una vida exitosa: dinero, posesiones, imagen impecable, buena posición laboral y social, entre otras cosas; estas preocupaciones roban lo más importante en el ser humano que es el bienestar.
El bienestar se presenta de muchas maneras a nivel psíquico y físico, y se entiende como un estado de buena salud, en el que estás en armonía contigo mismo y especialmente con todo aquello que te rodea, una sensación de satisfacción que se mantiene a lo largo del tiempo, mas allá de los logros que obtengas.
Cuando cambias las prioridades y te ocupas de lo superfluo en vez de concentrarte en cuidar de ti mismo, se tiene un desbalance del bienestar que daña todos los niveles de tu vida.
La ausencia de bienestar se traduce en enfermedad, se presentan condiciones físicas como así también mentales, entre las que están:
Aparición frecuente de enfermedades: gripes, dolores de cabeza, contracturas musculares, problemas digestivos; son algunas de las dolencias recurrentes que indican que debes parar y revisar tu salud física.
Ansiedad.
Miedo.
Estrés.
Para lograr el bienestar físico alcanza con cuidar tu cuerpo con ejercicio y alimentación sana; pero además debe estar unido a un crecimiento en el bienestar espiritual.
El bienestar espiritual te brinda paz mental, claridad de pensamiento, una merma de pensamientos negativos y un incremento en las habilidades cognitivas lo que te ayudará en la resolución de problemas.
Lo principal para obtener el bienestar espiritual lo pueden lograr con la meditación, que te separa del mundo físico y te eleva a otros niveles de entendimiento, al igual que la práctica de yoga, el taichí, el qi gong, entre otras, te brindan métodos de relajación mental que te conectan con tu yo interior y te hacen descubrir lo que realmente estas necesitando.
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