Todos tenemos defectos, inseguridades y pequeños complejos que alteran más o menos nuestra vida. Es normal. Sólo se convierten en patológicos cuando el miedo y los mecanismos de defensa interfieren y producen trastornos en la vida cotidiana, cuando se convierten en una fuente de frustración, angustia y agresividad; cuando deseamos haber nacido en otro cuerpo o con otra personalidad. Pero, ¿cómo podemos detectar los complejos? ¿Cómo afrontarlos sin darle más importancia de la que tienen? He aquí diez máximas que nos ayudarán a vivir lo mejor posible a pesar de tener algún que otro defecto:
* Sé realista. Has un esfuerzo por conocer más profundamente tanto tus aptitudes como tus limitaciones.
* Explora tus reacciones. Cuando notes que te enfrentas a situaciones que te restan seguridad, tranquilidad o energía, intenta analizar cuál puede ser el motivo.
* Acepta tus defectos y contrarréstalos con tus mejores virtudes y méritos. Muéstrate como eres, pero procura corregir los aspectos menos positivos.
* Acrecienta tu voluntad a base de proponerte objetivos, caer y levantarte hasta que modifiques tus errores. Corregir patrones de conducta lleva tiempo, e incluso la colaboración de quienes te rodean.
* Empieza poco a poco, pero con insistencia, a cambiar lo que no te gusta. Plantéate de una forma sencilla y concreta los objetivos que necesitas alcanzar.
* Pon los medios para defenderte frente a los estímulos negativos y sentimientos que rompen tu equilibrio interno.
* Evita la ansiedad, la inquietud, el desasosiego, el estar en guardia esperando lo peor sin saber exactamente a qué tienes miedo. Utiliza técnicas de relajación para estar más tranquila.
* Preocuparte por tu existencia y trayectoria personal no es patológico, pero no estés excesivamente alerta sobre cómo debes reaccionar en cada momento, cómo has de presentarte ante los demás, cómo controlar tu vida emocional, etc.
* Recuerda que la vida está forjada por una tupida red de tensiones y conflictos, momentos buenos y malos, virtudes y defectos. Mira el futuro con optimismo.
* No dudes en buscar la ayuda de un terapeuta profesional cuando te sientas incapaz de superar tus complejos o cuando te domine la angustia. También si notas que te está creando problemas de adaptación social.
http://volveralbienestar.blogspot.com.es/2013/01/vivir-sin-complejos.html?m=1