La pareja perfecta es aquella que tiene problemas, que tiene dificultades, que tiene diferencias, pero que lo pueden poner en palabras y llevar las diferencias y similitudes en un proceso de construcción. Esa es la pareja perfecta.
La pareja perfecta siempre está en construcción, uno cuando se conoce no es la misma persona después de 10 o 15 años en pareja, después de haber vivido un montón de circunstancias. Situaciones difíciles, complejas a veces, y uno va construyendo una buena relación a partir del error y a partir de las cosas que ha hecho bien. Porque todos hacemos cosas buenas y cosas malas, entonces se puede, porque hay una etapa en la vida de la pareja donde uno deja de ser inmaduro y empieza a posicionarse más en el lugar que tiene que ocupar.
Si nos pasa eso llegaremos a tener una pareja perfecta con sus errores y sus aciertos pero en definitiva con el punto de mira hacia adelante.
Si tienes dificultades con tu pareja esto afecta a tu estima, y para aumentar tu autoestima tienes que entender que lo que nos pasa a la mayoría, es que pensamos que la pareja perfecta es aquella que nunca discute, que no tienen diferencias… y una pareja perfecta, es decir madura, es una pareja que mantiene las diferencias y puede compartir. O sea que hay un yo y hay un tu que nos distinguen, que somos distintos pero hay un nosotros, hay puntos en común.
Vamos a ver a continuación como aumentar tu autoestima en pareja, hay un terapeuta americano que investigó que hacen las parejas felices para ser felices. El descubrió varias cosas interesantes, primero las parejas felices tienen sus sueños personales, no viven el sueño del otro. Cada uno tiene su sueño y son independientes del otro, son naranjas completas y se ayudan mutuamente a alcanzar esos proyectos.
Otro elemento que tienen las parejas felices es el uso del humor, saben reírse de sí mismos, de los errores y de los aciertos.
Otra cosa que se descubrió es que saben discutir, este terapeuta analizo tres o cuatro minutos de discusiones entre parejas y sobre eso pronosticó casi en un 97% si la pareja iba a sobrevivir, iba a llevarse bien, o se iba a separar.
¿Qué es lo que descubrió? Que en la discusión las parejas que terminan en separación tocan el ser del otro, se agreden, no tienen reglas claras de discusión. El otro es un adversario que hay que vencer “Eres un estúpido” “eres igual que tu madre” “No sabes vestirte”… es decir, humillan al otro. Mientras que las parejas que discutían no viendo al otro como un adversario al que hay que aplastar sino como un colaborador con el que hay que buscar juntos una solución para resolver el problema, esas parejas con reglas claras de discusión podían sobrevivir y llevarse bien en el tiempo.
Un abrazo grande,
Elías Berntsson
(Fuente: Bernardo Stamateas)