1.- Las grandes y pequeñas diferencias.
Diferencias en objetivo, en intereses y en los hábitos cotidianos que, día a día, van generando una serie sucesiva de conflictos pequeños los cuales provocan, en un sinnúmero de casos, el desamor. Estas diferencias tienen mucho que ver con la relación de competencia y poder entre las partes. Es natural que cada uno de los miembros de la pareja tienda a dominar, en determinado aspecto, al otro, dependiendo de sus propias capacidades e intereses. Sin embargo, de una manera u otra, en cada pareja se establece un intento de liderazgo por cada uno. Lo normal y lo deseable es que se establezca un equilibrio. Por supuesto, a mayores diferencias, más precario será este equilibrio y las posibilidades de desavenencias aumentan.
2.- La pareja se extiende.
El advenimiento del embarazo genera en algunos casos disgustos y decepciones, generalmente con el primer hijo y cuando el nuevo miembro de la familia fue producto de una gestación no deseada. Muchas veces el embarazo impide el cumplimiento de objetivos de estudio económicos y obliga a cambiar los intereses y metas de la pareja.
3.- La insatisfacción sexual, producto generalmente de disfunciones sexuales no tratadas.
Algunas parejas -algunas encuestas indican más del 30 %- conviven sin tener una plena sexualidad y, lo que es peor, sin comentárselo entre ambos. Tampoco buscan ayuda profesional.
4.- La comunicación negativa.
Nos referimos, en primer lugar, a los eternos pensamientos paranoicos que algunos tienen, en el sentido de que piensan que su pareja, de una u otra forma, les va a hacer daño. Por ejemplo, si la pareja está callada porque simplemente está pensando en algún suceso del día, el pensamiento paranoico provoca reacciones como ésta: "Debe estar callado(a) porque está enojado(a) conmigo". Otro es el pensamiento negativo, donde siempre creen algunos que todo les sale mal, o que tienen una autoestima muy baja. No importa lo que haga la pareja, nunca estarán satisfechos. Sólo ven lo negativo, nunca lo positivo. Otro aspecto de la comunicación negativa es la falta de atención entre los miembros de la pareja: "¡Nunca me escuchas!".
5.- Las distintas etapas del amor también generan problemas a la pareja.
La primera crisis ocurre generalmente al tercer año de relación, cuando decae la etapa que llamaremos pasional, donde tiene una gran importancia el dedicarse el uno al otro. En este momento, cada miembro de la pareja, comienza a pensar en los otros objetivos y metas que le reclama la vida.
6.- ¿Quién se ocupa del hogar?
La distribución de las cargas de las tareas del hogar, siempre genera conflicto. En la actualidad, las mujeres demandan igualdad en las labores caseras y los hombres, generalmente se resisten a aceptarlo.
7.- Otro problema son papá y mamá, o dicho de otra forma los problemas que generan las familias de cada miembro de la pareja.
8.- La infidelidad y los celos.
Esta circunstancia genera un profundo resentimiento en la pareja burlada. Sin llegar a la infidelidad, de igual manera, los celos son un factor de perturbación en el amor.
9.- La carga del medio ambiente.
Nos referimos a los problemas que significan para la pareja el que uno de los dos consuma drogas o alcohol. Los "amigos" que sonsacan a la uno de los miembros de la pareja. El llegar "tarde" y los "almuerzos". El status social, etc.
10.- Por último no podían faltar los problemas económicos:
¿En qué gastaste el dinero?... Todo lo que tú haces es gastar.
Estas son las principales razones por las cuales las parejas dejan de serlo si no saben manejar las situaciones. Sin embargo, no es difícil aprender a resolverlas.
Como podemos apreciar, todos los problemas tienen algo en común: se pudieron prever si la pareja se hubiese conocido bien antes de lanzarse al agua. Lo que ocurre es que muchas parejas comienzan la vida en común prácticamente engañándose mutuamente. Es decir, él le hace ver a ella lo que él cree que a ella le gusta, y ella le muestra a él lo que piensa que él desea. Este trabalenguas es la clave, cuando la pareja se conoce y siente la atracción inicial hará todo lo que pueda por lograr profundizar la atracción y tratar de establecer una relación. En esta primera etapa, cada uno tratará de complacer al otro lo mejor que pueda. Por ejemplo, si él aprecia que a ella le gusta la música barroca, muy probablemente, aunque a él le fascine la salsa o sea rockero, aparentará que le encanta la música clásica y así sucesivamente.
Ambos estarán mintiéndose piadosamente hasta lograr la mutua conquista. El problema radica en que cuando comienzan a vivir en pareja, se descubren como dos perfectos desconocidos en muchas áreas.
Por otra parte, no tomamos conciencia de la importancia de establecer una vida en común. Cuando alquilamos un apartamento firmamos un contrato.
Cuando compramos un televisor moderno, una computadora, o cualquier artefacto electrónico, antes de prenderlo leemos cuidadosamente las instrucciones para saber usarlo. No obstante, cuando de establecer pareja se trata, a pesar de ser el acto más importante de nuestra vida, no firmamos ningún acuerdo ni leemos las instrucciones de cómo es el otro.
Casi que nos condenamos a fracasar o dejamos todo en manos del amor y del azar, que la vida venga como venga.
Cuando firmamos cualquier contrato, siempre tienen cosas buenas y malas. En el contrato de alquiler, es bueno tener apartamento, es malo pagar todos los meses. Es bueno disfrutar de un vehículo, pero muy pesado pagar las cuotas. Así son todos los contratos.
Las parejas tienen que saber que deben establecer las reglas de juego y el Acuerdo -o Contrato- de la Pareja. Esta es la clave fundamental del amor, más allá de “contigo pan y cebolla”.
De manera que, hay que hacer un acuerdo y para lograrlo, tenemos que comenzar por conocernos en profundidad.
Fuente: Abel Cortese
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