La mayoría de nosotros hemos hecho o hemos recibido algún regalo decepcionante, ¿o no?
Aprendamos de la experiencia, si te parece, y hagamos una lista con los tipos de regalos menos recomendables.
1. Regalos que inciten al cambio
Sienta mal a quien lo recibe, porque, más que un homenaje, es una invitación a que sea diferente.
Una ocasión especial quizás no sea el mejor momento para este tipo de regalo-reproche. Pongamos ejemplos:
Un manual de buenas costumbres en la mesa.
Un libro para perder peso (con su báscula, ¡qué horror!)
Desodorante y jabón a granel. (Me acuso de haber hecho este regalo.)
Parches antitabaco a quien aún no ha decidido dejar el vicio.
2. Regalos desacertados
Llamaremos así, en general, a los presentes que se realizan sin tener en cuenta los gustos, creencias o circunstancias de la persona.
Ejemplos:
Una suscripción a una revista de caza para un ecologista.
Bombones a un diabético.
Vino a un abstemio.
Una medallita de la Virgen a un ateo.
3. Arte
Hablando de gustos, hay que hacer mención especial a este tipo de regalos. Puedes gastar un dineral sin librarte de meter la pata hasta el fondo.
A menos que conozcas muy, muy bien a la persona, no te arriesgues, porque a cada uno nos encandilan estilos diferentes.
Quizás a ti te quite el resuello ese espectacular cuadro de bisontes y no has visto nada mejor en tu vida. Pero a esa persona podría provocarle terrores nocturnos.
4. Regalos-despiste
Pongamos que tienes en cuenta las preferencias de la persona. Aun así, podrías cometer un desliz si no prestas atención.
¿Ejemplos?
Una cartera con las iniciales incorrectas grabadas.
Una camiseta del doble del tamaño del homenajeado.
Una tarjeta con el nombre de otra persona.
Un producto caducado.
5. Animales y plantas
Animales y plantas son seres vivos. Jamás han de regalarse sin tener constancia de que quien los recibe está dispuesto a asumir la responsabilidad de cuidarlos, que está preparado para hacerlo y que lo haría con gusto.
6. Regalos indescambiables
Este punto está claro. Si regalas algo, qué menos que guardar el ticket de compra por si quien lo recibe necesita o desea cambiarlo.
7. Regalos roñosos
Otra mala idea es salir del compromiso de regalarle a alguien envolviendo algo que tengas por casa y no te interese.
8. Regalos narcisistas
A menos que tengas claro que a esa persona le haría mucha ilusión, tampoco queda muy bien regalarle una foto tuya enmarcada (o similares). Si esa persona la quiere, ya te la pedirá.
9. Regalos interesados
¿Y regalar algo que te gusta a ti con la esperanza de que esa persona te lo done o te deje usarlo? El colmo.
Acuérdate de esa vez en la que Homer le regaló a Marge una bola para jugar a los bolos. Una bola llamada “Homer”. ¡Qué descaro!
10. Regalos de mal gusto
Imagínate, por ejemplo, dándole un juguetito erótico a alguien muy pudoroso en medio de una reunión. Más ejemplos: un busto grotesco, una figura decorativa horrorosa, una camisa que tú no te pondrías ni borracho, etc.
Apuntemos una regla útil al respecto: Si no lo comprarías para ti, no se lo regales a otro.
Y una recomendación más para no meter la pata: Si dudas mucho de que al receptor le va a gustar ese regalo, no se lo des. Busca otra cosa.
Porque la intención es lo que cuenta, sí. Pero una vez que te has tomado tiempo para pensar en esa persona, para fijarte en lo que le gusta o necesita y para elegir algo apropiado.
Entonces, sí. Basta un detalle que indique que has pensado en ella para hacer que se sienta bien.
Y si después de todo no aciertas, no pasa nada. Ya lo harás la próxima vez.
http://tusbuenosmomentos.com/2012/11/malos-regalos/