Tomar buenas decisiones es un aspecto muy importante de la vida. La capacidad de tomar buenas decisiones, literalmente, determina tus resultados en la vida.
¿Qué constituye tomar buenas decisiones?
Las buenas decisiones sol aquellas que te llevan hacia los objetivos o resultados en la vida que deseas alcanzar. Por ejemplo, si quieres perder veinte kilos, cada decisión que tomes sobre los alimentos que consumes determina si vas a lograr esa meta o permanecer donde te encuentras actualmente.
Todos los grandes logros se remontan a decisiones únicas y potentes.
Cuando tomas decisiones éstas te dan poder y control, te pones al mando, te haces responsable. Y es por eso que a muchas personas no les gusta tomar decisiones. Si, quieren el control y el poder, pero tienen miedo de la responsabilidad que ello conlleva. Tienen miedo de que no puedan tomar las decisiones correctas y se tornan asustadas porque podrían ser culpadas si las cosas van mal.
Recuerda: estás donde estás hoy, debido a las decisiones que has hecho en tu vida. Consciente o inconscientemente.
Cada hito importante en tu vida se ha visto acompañado por una decisión de gran alcance. Al mirar hacia atrás, verás cómo tus decisiones de gran alcance se destacan como marcadores en tu vida. Son los puntos de cambio. Las bifurcaciones que has tomado a lo largo del camino a donde estás hoy.
“No son los acontecimientos en tu vida los que dan forma a tu destino, sino las decisiones que tomes acerca de esos eventos“
Toma decisiones y ¡Pasa a la acción!
Estoy seguro de que en algún momento u otro habrás tenido la experiencia de tomar la decisión de hacer un cambio positivo en tu vida o lanzarte a una oleada de actividad entusiasta, sólo para descubrir que apenas has empezado parece que acabas de perder “tu apetito” para continuar.
Tu “yo quiero” rápidamente cambió a “¿Es realmente necesario?”
En teoría, la puesta en práctica de aquellas acciones que sabemos que nos traerán el éxito debe ser fácil. Pero en la práctica, como ya sabrás, no es siempre el caso. En mi experiencia, la única cosa que impide a las personas seguir adelante con sus planes bien intencionados, más que cualquier otro obstáculo, es su propia voluntad de seguir tomando las acciones que ellos saben que necesitan tomar.
Detrás de todo comportamiento humano está el deseo inherente de alejarse del dolor y acercarse al placer.
Todo, desde levantarse por la mañana con el fin de que llegues a tiempo al trabajo, la planificación de la familia o salir de vacaciones, es impulsado por la motivación ya sea para evitar algo que percibimos nos traerá dolor, o moverse hacia algo que nos trae placer. Mientras que algunas personas están motivadas para levantarse e ir a trabajar porque les encanta su trabajo, otros están motivados para levantarse e ir a trabajar porque no quieren que les despidan y perder la casa.
Y después de las decisiones.. ¿Qué?
Nuestro reto no es que carezcamos de los recursos necesarios para lograr cualquier cosa. Es nuestra incapacidad para dirigir nuestro propio cerebro de una manera que nos dé el poder para actuar y continuar tomándolo hasta que consigamos lo que queremos. El organismo humano es una máquina natural para lograr objetivos.
Hoy te propongo un sencillo ejercicio para que lo practiques en esta semana
1.- Piensa en algo que has estado posponiendo hacer y que sabes que si lo hicieras equivaldría a un cambio positivo en tu vida, y que poco a poco si lo dejas de hacer llevaría a consecuencias negativas.
2.- Ahora toma un momento para relajarte con unas cuantas respiraciones profundas para conseguir un estado interno estable y creativo.
3.- Cierra los ojos e imagina que delante de ti parten dos caminos paralelos entre sí. El camino de la izquierda representa un futuro en el que continúas eligiendo no hacer nada acerca de cómo trabajar hacia el resultado que deseas que suceda. El camino de la derecha representa el futuro en el que tomas las acciones necesarias para alcanzar ese objetivo.
(Para esta demostración vas a estar “viajando” a lo largo de cada camino en un año en el futuro, pero es posible que desees ajustar el período de tiempo más o menos largo en función de lo que sientes más realista tu meta)
4.- Así que, aquí estas hoy [la fecha que sea HOY], y tienes que tomar una decisión. Puedes optar por acción u omisión de tu camino futuro, así que vamos a tratar de cada uno por separado. Imagínate que has caminado a lo largo del sendero de la izquierda de la inacción y llegas a un mes en el futuro. Al pensar en las consecuencias de un mes de inactividad, ¿Qué está pasando en tí? Hazlo como si estuviera ocurriendo ahora mismo viéndolo a través de tus propios ojos, oyendo lo que oirías y realmente sintiendo lo que sentirías. ¿Qué te has estado perdiendo? ¿Algo ha empeorado? ¿Cómo afecta esto a cosas como tus relaciones, tu propia felicidad? Permanece en él durante un rato antes de seguir adelante.
5.- Ahora viajar más lejos en el camino hacia el hito de 6 meses. Otros seis meses de evitar hacer para llegar a la meta. ¿Qué es lo que sientes? Como si lo que estás pasando, fuera la vida ahora. ¿Cuáles son las consecuencias de tu decisión de no hacer? ¿Y tus relaciones? ¿Tu felicidad? ¿Tu salud? ¿Tu riqueza? Recuerda que debes ver a través de tus propios ojos y realmente sentir lo que está ocurriendo.
6.- A continuación, ve al primer aniversario de tu viaje en este camino largo de inacción. Al reflexionar de nuevo sobre el principio, cuando tenías la opción de empezar a hacer que las cosas sucedan, ¿qué se siente al saber que has dejado otro año completo sin cambio alguno? ¿Cómo has llegado hasta aquí? ¿Cuáles han sido los efectos de eso? Si pudieras simbolizar las consecuencias negativas en objetos (montones de dinero gastado por ejemplo, las montañas de comida chatarra, las facturas hasta arriba, un “adiós” de alguien etc…) entonces puedes imaginar un año entero de esos elementos acumulados a tu alrededor. Ve, oye y siente como todo ESO forma parte de tu vida.
7, Ok, relájate por un momento. Vamos a viajar de nuevo al presente, al aquí y ahora y ve lo que el otro camino tiene para ofrecer.
8.- Imagina que has viajado un mes a lo largo de la ruta de la acción, después de haber hecho todas las cosas que sabes que tienes que hacer para trabajar hacia ese resultado deseado. ¿Qué beneficios positivos estás percibiendo? Velos, óyelos y siéntelos a través de tus propios sentidos y experimenta lo bien que te sientes. Recuerde felicitarte por un trabajo bien hecho.
9.- Ve al marcador de seis meses. Medio año de hacer tu vida mejor a través de las acciones positivas. ¿Qué haces ahora que no podrías haber hecho hace seis meses? ¿Cómo afecta esto a tu experiencia de vida? ¿A tus relaciones? ¿A tu salud? ¿A tus finanzas? Disfruta un rato de este hito, siente tus sensaciones de placer, antes de pasar al siguiente paso.
9.- Ahora vamos a viajar al aniversario de un año de hacer el cambio positivo en tu vida. Asóciate totalmente en lo maravilloso que te sientes al estar celebrando este hito. Lo has hecho. Lo has hecho posible. ¿Cuáles son todas las grandes cosas que se llega a experimentar a causa de las medidas que has tomado en el último año? ¿Cuánto ha mejorado las cosas en términos de tu felicidad, las relaciones, la salud, el dinero, la dirección, el optimismo para el futuro? Mantén tu cuerpo como lo harías en esta situación y deja que las sensaciones irradien desde tu cabeza hasta la punta de los dedos del pie. Observa y siente como se expande por todo tu cuerpo. Hazlo sentir tan real y tan maravilloso como puedas. Toma una respiración profunda y luego relájate y vuelve al presente.
Si te has permitido entrar en el espíritu de este ejercicio y plenamente asociado en cada paso, entonces no hay duda de qué camino tendrás que elegir. Practica esto tan a menudo como quieras y la motivación para hacer que esas metas se convierten en tu realidad, fluirá naturalmente en ti.
Las decisiones que estés tomando ahora mismo, cada día, no sólo van a configurar la forma en que HOY te sientas, sino también aquello en lo que te convertirás el día de mañana.
http://institutoaprendizaje.com/las-decisiones-aprende-a-tomarlas/