Según Patti Wood, reconocida especialista en lenguaje corporal, la manera como dormimos revela muchísimo sobre nuestra relación de pareja. Cuando dormimos, somos honestos y vulnerables, al tiempo que revelamos los verdaderos sentimientos que escondemos mientras estamos despiertos. De esa forma es posible distinguir ocho posiciones bien definidas que presentan significados muy particulares:
La cucharita: Ésta es la posición que generalmente asumen las parejas en los primeros años de su relación; demuestra mucha sexualidad y fortalece el sentimiento de seguridad, e inclusive tiene la facultad de perpetuar la intimidad entre ambos y reducir el estrés.
Variación de a cucharita: Esta versión se da cuando han pasado algunos años en la relación, típicamente a partir de los cinco o seis, y aunque se marca un poco de distancia en el contacto físico, sigue teniendo los mismos efectos terapéuticos
El abrazo real: cuando uno se recuesta sobre su espalda y la otra persona se acurruca sobre el pecho u hombro. Quien mira hacia arriba demuestra autoconfianza y seguridad, siendo generalmente el hombre quien adopta esta posición, buscando rodearla a ella con sus brazos en señal de protección. Si ella asume una posición fetal, entonces demanda una protección adicional; quiere que él esté al mando. Si es ella quien duerme de espalda, entonces demuestra que tiene el poder en la relación.
El abrazo invertido: se da cuando las parejas duermen cada uno en su lado, usualmente en sentidos opuestos pero con ambas espaldas juntas. Son parejas que quieren permanecer sexualmente conectados, pero disfrutando de su propio espacio
El abrazo de luna de miel: Cuando los miembros de la pareja nunca tienen suficiente el uno del otro, pueden dormir incluso “viéndose a los ojos“ en un cercano abrazo. Según la especialista, es una posición típica de las parejas que comienzan a tener relaciones o que no están casadas.
El contacto de pies: En este caso sólo los pies o las piernas se tocan, independientemente de la orientación de los cuerpos. Puede adoptarse cuando se llevan varios años de matrimonio; ambos quieren un poco de independencia pero necesitan permanecer conectados.
Cada uno por su lado: La única posición que no presenta ningún contacto físico; en la misma se marca una distancia entre ambos, usualmente orientados en sentidos opuestos. ¿Las razones? desde la necesidad de una buena noche de sueño producto del cansancio diario, a una fuerte necesidad de independencia. Cuando se hace con frecuencia o reiteradas veces consecutivas, puede ser un signo de problemas en la pareja.
El “Pretzel“ o nudo: Existen parejas cuya interconexión es tal que lo manifiestan literalmente enredándose el uno con el otro al dormir. ¡Mientras ambos estén cómodos…!