Mucha gente pregunta a su interlocutor si está escuchando mientras habla, para ver si está atento a lo que dice o si por el contrario está pasando y no le está haciendo ni caso.
Y es que la mayoría de la gente no sabe escuchar.
Escuchar con los cinco sentidos es lo que se llama escucha activa. Una escucha correcta es aquella que se realiza con todos los sentidos de tu cuerpo: con los ojos, mirando a la persona que te habla, con los oídos, escuchando y procesando todo lo que te dice, con el cuerpo y tu lenguaje corporal, y sobre todo con tu cerebro.
Una correcta escucha activa es aquella que SE LIMITA A ESCUCHAR, NO JUZGA, NO VALORA, NO ACONSEJA, NO SENTENCIA, simplemente escucha y hace que la otra persona se sienta escuchado. Y tienes que escuchar el doble de lo que tú hables.
¿Cuántos amigos tienes a los que les cuentas algo y sientes que no les importa nada lo que les estás contando y terminas siendo tú el que les escuchas a ellos?
Todos tenemos personas con las que nos sentimos escuchados y eso es un valor difícil de encontrar hoy en día en el que la mayoría de la gente mira por sí misma y poco por los demás.
El lenguaje corporal es muy importante a la hora de escuchar, no podemos escuchar con los brazos cruzados, sin mirar a nuestro interlocutor, o con el cuerpo echado para el lado contrario a donde se encuentra. Nuestro cuerpo tiene que estar escuchando también, nuestro cuerpo tiene que escuchar todo lo que dice el otro, con nuestra mirada en los ojos de quien nos habla, con una posición del cuerpo abierta (sin brazos cruzados) y escuchando lo que dice el otro.
Una escucha activa es aquella en la que cuando la otra persona nos está contando algo, no estoy esperando a que termine de hablar para responder o decir lo que yo quiero decir, no. Esto es algo muy común y que hace la gente “egoísta” que no sabe escuchar y sólo quiere hablar de su tema o de lo que él piensa o dice. Eso no es un diálogo, es un monólogo de dos personas, ya que cada uno habla de lo que piensa pero ninguno de los dos escucha al otro y lo único que hacen es esperar a que termine el otro para decir lo que quieren.
La escucha activa es aquella en la que estamos dispuestos a escuchar sin juzgar lo que nos está diciendo, atentos a lo que nos dice la otra persona e intentándonos poner en su lugar y saber cuál es su motivación o preocupación por contarnos esto.
Ser un buen escuchador es un valor muy preciado y algo que parece sencillo pero no lo es. Si logras conseguir ser un buen escuchador serás una persona muy valorada a la que la gente acudirá simplemente a sentirse escuchada, sin ser juzgada ni valorada, simplemente escuchada.
FUENTE:
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