Dar por sentado las cosas… puede arruinar tu vida

- Perdemos oportunidades: Hay personas que no se sienten capacitadas para un trabajo o proyecto y les sorprende cuando al final lo emprenden y tienen éxito. ¿Y si no hubiesen tenido a alguien más que les animara a hacerlo? una cosa es reconocer las propias limitaciones y otra es arriesgarse para tratar de ir más allá de ellas.

- Le damos excesivo peso a los contras: es cierto que viajar conlleva, en mayor o menor medida y dependiendo del destino, algunos riesgos; pero, ¿Acaso vas a quedarte ahí repasándolos en tu cabeza? si lo haces, nunca podrás disfrutar no sólo de conocer otros sitios, sino de nuevas experiencias.

- Te puedes volver exageradamente confiado: En el otro extremo del espectro, el asumir que tenemos todas las de ganar puede hacer que fracasemos por no ver los pequeños obstáculos o desestimarlos. La excesiva confianza no nos permite reaccionar con racionalidad.

- No entendemos a los demás. Si bien es cierto que todos tenemos prejuicios de algún tipo (no es nuestra culpa, el cerebro está diseñado para sacar provecho de esas clasificaciones), el poder tratar a las personas “como un papel en blanco“ nos liberará momentáneamente de esas calificaciones y nos permitirá comenzar (o llevar) una relación neutral.