En ocasiones nos encontramos con una persona que nos llama por nuestro nombre, nos saluda con cordialidad y además nos pregunta por alguno de nuestros seres queridos y no tenemos idea de quién es. Además, nos comenta aspectos de nuestras vidas que nos prueban que esta persona pareciera alguien cercana. El problema es que no nos acordamos de cómo se llama ni de su rostro. Para colmo, nos preguntará: "¿No te reacuerdas de mí?". Cuando le decimos que claro que sí, entonces la situación será más embarazosa porque acto seguido nos indagará: "¿Cuál es mi nombre?".
Por el otro lado, existen personas, generalmente personajes públicos, que nos sorprenden cuando nos saludan apenas ven nuestra cara, con nuestro nombre, apellido y además enviándole saludos a familiares cercanos.
A pesar de las diferencias, todos podemos mejorar nuestra retentiva si aplicamos conocidas técnicas para mejorar esta capacidad.
La memoria es la facultad por medio de la cual las personas retienen y recuerdan el pasado. Es una función vital sin la cual no podríamos desempeñar nuestras vidas. La memoria se encuentra distribuida en millones de neuronas en el cerebro donde la mente codifica y archiva (graba) cada recuerdo. Tenemos sensores que nos dan tipos de memoria distintas: Memoria auditiva, visual, táctil, gustativa y olfativas. Asimismo podemos recordar nuestros pensamientos e ideas. Podemos "grabar" y luego reconocer sonidos, imágenes, lenguajes, escritos, nombres, rostros, sabores y olores.
Para acordarse de los rostros de las personas y sus nombres lo que tenemos que hacer es usar todo el sistema de memoria. Lo primero es que "grabemos" bien cuando conozcamos a alguien. Oigamos con atención su nombre, repreguntémosle como se escribe su apellido para que usemos el pensamiento. Luego, recordemos a algún conocido que se llame igual o parecido y hagámosle el comentario. Si no, digámosle que es la primera persona que conocen con ese nombre.
En relación al rostro, observemos su nariz, sus ojos, sus orejas, sus ojos, su boca y busquemos algún detalle en ellos que nos parezca gracioso o que sea prominente y "grabemos" mentalmente "fulanito de tal tiene la nariz grande" o algo por el estilo. Si es posible digamos en voz alta algún detalle como por ejemplo "que ojos tan expresivos tiene". De esta forma, las distintas memorias de nuestro cerebro habrán grabado, codificado y archivado estas informaciones y ustedes verán que cuando se vuelvan a encontrar con esta persona lo recordarán sin ningún problema y no volverán a pasar la pena de quedarse en blanco ante su saludo.
"Todos podemos mejorar nuestra memoria si aplicamos conocidas técnicas para mejorar esta capacidad"
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