Tener consciencia sobre en qué eres bueno y estar dispuesto a admitir donde están tus debilidades es una cualidad de los empresarios exitosos.
Enfocarte en lo que haces bien es una de las maneras de asegurarte el éxito, pero ¿Cómo te arreglas con aquellas tareas en las que no eres bueno?
Si tu debilidad no es más que una falta de conocimiento, un curso de formación puede ser la respuesta. Si tu debilidad es debido a la falta de una habilidad, puedes delegar esa tarea.
Una de las razones por las cuales es importante enfocarte en tus fortalezas y delegar aquellas tareas que no manejas del todo bien, es que cuando miras todas las tareas que requiere un proyecto entero, puede ser muy abrumador.
Ésta es probablemente la razón principal por la cual mucha gente simplemente nunca empieza. Se sienten abrumados pensando “¿Cómo voy a hacer esto?”
La mayoría de nosotros hemos experimentado algo así. Ya sea que pienses en perder 10 kilos de peso, o escribir un libro, o una meta más grande como escalar una montaña, todas estas son tareas muy grandes. A menudo el sólo pensar en ello nos produce estrés porque el proyecto en sí mismo nos parece demasiado grande y abrumador.
Primero tienes que ser capaz de quebrar el proyecto en pasos más pequeños, por ejemplo tú pierdes un kilo antes de perder 10 kilos, y escribes un capítulo antes de escribir todo el libro. -
Luego, cuando estamos frente a la lista completa de tareas, es importante discriminar cuáles vamos a delegar y cuáles haremos personalmente. Por ejemplo, hacer las imágenes para un banner -a menos que seas un diseñador gráfico, es una tarea que la mayoría de las veces necesitará ser delegada. Esta es una habilidad que no está dentro de las capacidades de la gran mayoría de la gente.
Las habilidades técnicas como subir una página web, especialmente si requieren el uso del idioma inglés también son un desafío para la mayoría de la gente.
Por supuesto hay cosas que puedes investigar cómo hacerlas tú mismo, y también tendrás que decidir cuándo dinero quieres (y puedes) invertir y cuántas tareas quieres sacar de tu lista de cosas para hacer personalmente – aquellas en la que, o bien no eres tan bueno o te insumen demasiado tiempo y energía.
Por último, en los negocios hay una herramienta muy poderosa llamada análisis FODA. FODA es una sigla que significa fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas. Echar un vistazo a tu propio FODA puede ser muy útil. ¿Por qué? Todos nosotros tenemos nuestras propias fortalezas.
Cuando puedes enfocar tu tiempo y tu energía en tus fortalezas el éxito está a la vuelta de la esquina y es un camino mucho más agradable.
¿Entonces qué haces con tus debilidades? Reconócelas, y luego encuentra una forma de cuidar de ellas.
Observa el entrenamiento de los atletas de primer nivel en el mundo. Para ser los mejores, se entrenan específicamente y se enfocan en sus fortalezas. Por ejemplo, el ciclista Lance Armstrong fue ganador del Tour de Francia por siete veces consecutivas. Él se entrenaba específicamente para el tour. No se entrenaba ni competía en ninguna otra carrera. Él y su equipo se enfocaban en sus únicos puntos fuertes y los ponían juntos para ganar el tour año tras año.
Pregúntate: ¿Cuáles son tus fortalezas? ¿En qué eres bueno? ¿En qué áreas te sientes fuerte y confiado? ¿Cuáles son tus debilidades? ¿Qué áreas o tareas encuentras frustrantes? ¿Con qué luchas?
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