¿Cómo te das cuenta si estás en una relación tóxica?
He aquí algunas pistas:
• Tu pareja te denigra (verbalmente) delante de otras personas.
• Si bien tu pareja dice que te ama, sus acciones no lo demuestran.
• Tu pareja es controladora – lee tu correspondencia o ‘se aparece’ en sitios en los que te encuentras solo para ‘ver como estás’.
• Tu pareja trata de que dependas de él o ella.
• Has cambiado cosas de ti para complacerlo/a.
Las personas tóxicas te hacen sentir mal cuando estás con ellas. Entonces, ¿Por qué alguien habría de terminar en una relación tóxica? ¿Por qué alguien habría de querer estar con alguien que los hace sentir mal emocional y físicamente?
Una relación tóxica cumple con un ciclo. Hay un período de luna de miel, seguido de una pelea, seguido de una reconciliación – momento en el cual el ciclo comienza nuevamente.
Cuando comienzas a salir con alguien nuevo, obviamente estás en la etapa de luna de miel. No es hasta que te absorben aun más que te das cuenta de que estás en una relación tóxica. A esta altura, es difícil escapar.
Una razón se debe a que muchas personas en relaciones tóxicas vienen de familias tóxicas. Como resultado, reproducen el patrón de su infancia sin siquiera saber que lo están haciendo. Y quizás desconozcan algo mejor. Otros creen que no merecen ser felices. Y hay otros que disfrutan cuidar de otras personas.
Pero el primer paso para dejar y permanecer lejos de las relaciones tóxicas es darse cuenta de que sí hay opciones. Con frecuencia, las personas que permanecen en ellas tienen bajo autoestima o sufren de depresión.
Una vez que te has dado cuenta que tienes opciones, el paso siguiente consiste en defenderte. En la mayoría de las relaciones tóxicas, la pareja tóxica te ha convencido de que todo es tu culpa. Una vez que lo crees, puede ser muy difícil alejarte de la relación o establecer nuevos límites que puedan sanar la relación.
Para algunas personas, asistir a terapia de grupo puede ayudarlos a escaparse de estas horribles relaciones o redefinirlas.
La buena noticia es que algunas personas son capaces de romper con los ciclos de las relaciones tóxicas. Algunos de ellos terminan la relación y crean lazos nuevos y más sanos.
Pero otros logran reparar la relación y permanecer en ella.
La verdad es que la mayoría de las relaciones pueden ser salvadas. A veces es necesario un poco de espacio. Otras veces, se requiere de terapia. Pero si las dos partes hacen el intento, es posible renovar el lazo de manera saludable.
Lo primero que debes decidir es que la relación debe mejorar o sino te alejas de ella. Si no estós dispuesto a alejarte, nunca podrás sanar aquello que te separa.
Una vez que te hayas liberado de la dependencia que es el meollo de una relación tóxica, puedes comenzar a imponer lo que necesitas de la conexión. No fastidies a la otra persona. Simplemente dile ‘necesito tu apoyo’, ‘necesito tu amor’, o ‘necesito tu opinión sincera’.
Si no recibes lo que necesitas, la otra persona debería saber que estás dispuesto a dejarla
Una relación saludable se hace de a dos. En una relación tóxica, hay solo uno haciendo todo el trabajo. Tienes el poder de cambiar esto, pero debes tomar las riendas de la situación.
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