Quiero Bajar de Peso... YA!!

Quiero Bajar de Peso... YA!! ¿Hacer Dieta o Adoptar un Estilo de Vida Sano? ¿Funcionan las Dietas?

Esta expresión con regularidad tenemos que escucharla en el consultorio médico y generalmente viene de personas que creen que en una semana pueden perder todos los kilos que ganaron en los últimos años y que gracias a una dieta milagrosa y rápida van a poder verse como una modelo de televisión.

Las dietas rápidas y temporales no funcionan ni funcionarán nunca. El primer paso es ser realista con el paciente y explicarle que no se trata de «hacer dieta»; lo que como Médicos buscamos es cambiarle a los pacientes el concepto aquel de que tengo que matarme de hambre para bajar de peso y si es rápido pues mucho mejor. Lo que en realidad las personas deben entender de una vez por todas es que hay que comer adecuadamente, perder peso y mejorar mi salud, pero no para ahora o por tres días sino «para siempre».

RECONOCIENDO ERRORES

1. Mañana empiezo la dieta del Melón, así que hoy día como de todo.

Lo divertido de estas dietas es que de consumir grandes cantidades de comida se pasa a una alimentación carencial y restrictiva, es decir de comer mucho a comer nada. Este es un grave error ya que nuestro organismo al exponerse a un mecanismo de supervivencia lo que hace es simplemente ponerse lento, ahorra energía y no se baja de peso; sumado a esto y ya que el metabolismo se puso lento en el momento de comer nuevamente como antes se sube de peso con una facilidad increíble...

Conclusión: No sirve matarse de hambre.

2. Cuando tengo hambre solo tomo agua y con eso me lleno.

Segundo error; el organismo es sabio y emite señales de alerta cuando algo le sucede, el apetito es uno de ellos; si el organismo tiene niveles de glucemia bajos nos está diciendo que necesita combustible o sea comida. Al no darle alimento las reservas de alimento que son nuestra grasa corporal empiezan a consumirse y en un afán de resguardar esa reserva el organismo echa mano de otra reserva que es el musculo, en pocas palabras el metabolismo se altera mas no se acelera, o sea que no trabaja adecuadamente.

Asimismo al privarnos del alimento los niveles de ansiedad y angustia por la comida se incrementan lo que llevara indefectiblemente a comer cualquier cosa compulsivamente.

3. Mi amiga hizo la dieta del Limón y bajo 10 kilos.

Esta es de ripley; ¡no existe en el planeta la llamada dieta del limón!, un día que la escuche me reí tanto que la paciente se enfado conmigo. ¿Pero a quien en su sano juicio se le puede ocurrir tomar un limón hoy, dos mañana y tres luego hasta diez? Suena ridículo pero ahí está.

El error acá no está en la dieta misma que es una reverenda tontería; el verdadero error es que queramos hacer las mismas cosas que hace otra persona para bajar de peso porque a “ella si le sirvió”. Lo más divertido de esto es que cuando uno le pregunta a esta persona cuantas dietas mas ha hecho pues saca una lista de por lo menos 20 de ellas que la de la sopa, la papaya, la luna, la berenjena, la de la avena, etc. etc. a cual más ridícula una de la otra. Al final ¿has bajado de peso o simplemente fue un momento de seguir a tu amiga?



SOLUCIONANDO ERRORES

Mejorar nuestra salud no es una moda y no obedece al invento trasnochado de alguien que por internet cuelga la “última dieta” del mes. En realidad mejorar nuestra salud es comer adecuadamente alimentos que no solo nos permitan mantener nuestra integridad física, metabólica y emocional; asimismo llegar a un peso adecuado y empezar a Reeducar nuestra alimentación para ahora si “Mantener un buen estado de salud” pero no para ahora sino para siempre.

Si realmente queremos equilibrar nuestro peso, debemos realizar un programa de cambio de hábitos, en el que adoptemos hábitos saludables de manera placentera, y hacer de esas nuevas conductas un estilo de vida que refleje un cuerpo sano, vital, y una mente tranquila y en paz, liberada de la tiranía de las dietas estrictas y ridículas de la vecina o de internet y asesorarnos adecuadamente.

Comer a nuestras horas es el primer paso para reeducar nuestro metabolismo y hacerlo nuestro aliado, esto significa que debemos hacerle caso a esas señales que emite el organismo en requerimientos de alimentos y líquidos. En un buen programa de cambio de hábitos lo que debemos aprender es a alimentarnos de manera sana y natural, a perder peso, el cuerpo se depura, los procesos metabólicos vuelven a la normalidad, eliminamos toxinas y alcanzamos Equilibrio.

Hacer dietas ridículas y fuera de contexto lo único que van a hacer es alterar el metabolismo y otras glándulas endocrinas, nos hace pasar hambre y generan ansiedad. Y claro, basta con ver alrededor nuestro las veinte mil dietas absurdas de cualquier personaje pintoresco que hay en el mercado pero que si están ahí y nadie baja es pues porque en realidad no sirven. Gastamos tiempo, dinero y energía tratando de solucionar algo en 5 minutos que nos tomo buen tiempo malograr como es nuestro peso y nuestra salud. La estrategia de las dietas estrictas para adelgazar no funciona, y ahora es cuando algunos médicos las empiezan a desaconsejar.

Nuestro cuerpo y nuestra mente requieren armonía, regularidad, equilibrio; el organismo nos grita que debemos cubrir nuestras necesidades como: comer bien cuando hay hambre, taparse cuando hace frío, pedir afecto cuando estamos decaídos.

El cuerpo y la mente quieren estabilidad que lo lleve a conseguir Paz pero sobretodo requieren de tu Amor.

Cuando uno adopta un estilo de vida sano, el adelgazamiento es algo secundario, que simplemente sucede, los kilos se van por donde han venido, como por arte de magia, pero no es magia de lo que hablamos, es de tener la estrategia adecuada para obtener resultados duraderos, es decir, un cambio de hábitos que incluya el que?, como?, cuando? y Porque?

- Qué comer?

- Cuándo comer?

- Cómo comer?

- Porqué comer?

Estas cuatro interrogantes nos van a llevar definitivamente a una “actitud alimentaria”

Respondamos estas preguntas cada uno de nosotros y nos daremos cuenta que si respondemos mal pues nuestra actitud alimentaria va a ser incorrecta y si respondemos adecuadamente pues nuestra conducta alimentaria se va a reflejar en nuestra salud.

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