Es habitual que cuando estamos oyendo hablar a alguien nos preparamos para replicar desde el juicio que nos hacemos, de lo que estamos percibiendo.
Hemos de tratar de ver las oportunidades y lo positivo que hay en la vida, en las relaciones diarias y en todas las circunstancias que se viven, incluso si alguien no se comporta como nos gusta, hemos de plantearnos, que podemos aprender de ello sin entrar a juzgar, aunque ello no supone que todo sea igual de válido.
Lo acontecido es algo que está ahí, es algo que ha sucedido y sobre lo que no podemos actuar para cambiar las circunstancias pasadas, aunque si depende de nosotros, que actitud tomar, el ánimo y el como permitimos poner nuestra persona ante los hechos.
No nos ha de resultar todo igual de válido, ni tendremos porque compartirlo, aunque si tratar de entenderlo, para saber sobre que parte buena se basa la acción.
Las preguntas de juicio o de aprendizaje van a depender de nosotros, y será nuestra actitud la que hará que encontremos una solución y una salida o que nos quedemos estancados en una batalla o en un conflicto con alguien.
No se puede tomar toda la vida basandola, solo en experiencias y paradigmas pasados, pues son muchas las veces que tenemos fracasos o experiencias difíciles y dolorosas en situaciones pasadas que acostumbramos continuar pensando en ello, en el presente creándonos barreras mentales que nos impiden realizar cosas hoy.
Esas barreras de que disponemos nos van a influenciar la creatividad y la manera de pensar, y nos continuaran alimentando esas limitaciones con los pensamientos que seguiremos creándonos.
Hay experiencias que terminan volviéndose creencias y como no pude hacer esto o aquello, no soy bueno en esto o aquello, soy un inútil en estas cosas, tal vez, porque fracasé antes, limito mi capacidad creativa o las formas de solucionar los problemas, debido a esas barreras que me he creado, basadas en unas vivencias previas con unas circunstancias concretas.
No lamentes lo que te ha sucedido en tu vida, eso no puede ser cambiado, deséchalo u olvidándolo, tómalo como una lección y sigue adelante, para que la próxima vez que se te presente una situación semejante sepas cómo tratarla.
Los problemas y las dificultades se convierten en lo mejor que nos hubiera podido ocurrir, siempre y cuando los transformemos en ventajas, dado el aprendizaje que nos hayan aportado.
Vivir con alegría y felicidad es una elección que puedes tomar en cualquier momento, no esperes a que las cosas marchen bien para crear armonía en ti, pues cuando vives la armonía y optas por sentir alegría y felicidad, las cosas te marcharán bien.
El mundo cambia para quienes acepten los juicios emitidos con fundamento, pues tras ellos se darán nuevas realidades, al tiempo que también cambian las circunstancias para la persona sobre la que recae el juicio.
Para la reflexión:
Sabes mi nombre
aunque no mi historia
Has oído sobre lo que he hecho
aunque no conoces por lo que he pasado
Sabes donde estoy
aunque no de donde vengo
Me ves riendo
aunque no sabes lo que he sufrido
Deja de juzgarme
Saber mi nombre
no supone el conocerme.
Dver.
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