Existen relaciones con personas que son totalmente dañinas y destructivas, aunque no conviene darlo todo por perdido de entrada, pues siempre queda lugar para la esperanza, sabiendo que las cosas pueden cambiar si dos personas ponen de su parte, y entienden que su bien estar, depende en parte, de la felicidad ajena. En la medida que te implicas por hacerle la vida más agradable a otra persona, tú también te sientes mejor contigo mismo.
Con frecuencia, las personas dañinas y destructivas son aquellas que tienen una gran falta de amor y de cariño desde su infancia, razón por la cual, también tienen muchas dificultades a la hora de relacionarse con los demás de forma sana y estable.
Las personas dañinas y destructivas, para los demás, suelen tener diferentes comportamientos en su vida.
Nos podemos encontrar con personas controladoras que creen saberlo todo y que tratan a los demás como si fuesen niños pequeños. ¿Cómo se ha de actuar ante esas personas? Se ha de usar la misma técnica que ellas, obrando como si fuésemos su espejo, para que así, se den cuenta de cómo se comportan y del efecto que causan, en los demás sus acciones.
También nos podemos encontrar con personas sin iniciativa, donde lo más adecuado es tener mucho amor para transformar la posible ira en compasión.
Posiblemente lo que se ha de hacer ante una persona dañina y destructiva, en situaciones extremas, es alejarse y marcar distancias, aunque si se hace necesario relacionarse con esa persona se puede cambiar el modo de comportarse con ella, para así tratar de encontrar la actitud más conveniente de desarmar su modo de comportarse.
No hemos de permitir que su modo de comportarse nos afecte, pues quien tiene el conflicto a nivel interno es esa persona problemática, y si que se ha de romper de forma inmediata la relación en la que haya malos tratos.
Conviene no proyectar ningún tipo de ira o enojo hacia la otra persona, así como tampoco dejarse influenciar por el que podría tener la otra persona, respondiendo siempre a hechos y sentimientos pero nunca reaccionado a sentimientos, compartiendo también la responsabilidad de cualquier comunicación.
En la comunicación, en las relaciones interpersonales, se ha de dar una expresión adecuada, dirigiéndose unos a otros con seguridad y sin miedo o ansiedad.
Se ha de tratar de comprender el punto de vista de los demás desde su posición, es decir, empatizar con ellos. Si le damos una oportunidad a otros, nos estamos dando una oportunidad a nosotros mismos, puesto que estamos haciéndonos mucho más fuertes.
Si se siembra positividad en el entorno en que se vive, la gente devolverá mensajes cada vez más positivos, por ello se ha de intentar encontrar el lado positivo de las personas, y también tratar de descubrir el lado bueno de las cosas.
Se ha de actuar positivamente en los pequeños detalles de la vida diaria, en las relaciones con la demás gente.
Se entiende por personas plena aquella que, se siente realizada y equilibrada, siendo capaz de percibir la realidad tal y como es, se acepta a sí misma, a los demás y al mundo, actúa con espontaneidad, naturalidad y autonomía, sin necesitar depender de alguien, es capaz de disfrutar de aquellos pequeños detalles sencillos y comunes, es democrática porque no necesita juzgar ni prejuzgar, es justa, reflexiva, creativa y de mente abierta a los cambios, porque éstos siempre son aprendizaje y mejoría.
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En el fondo son las relaciones con las personas lo que da sentido a la vida.
Humboldt, Karl Wilhelm Von.
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La causa de la mayoría de los problemas de relaciones humanas esta en la falta de reconocimiento mutuo.
Cieri Estrada Doménico.
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Las masas humanas más peligrosas son aquellas en cuyas venas ha sido inyectado el veneno del miedo… del miedo al cambio.
Paz, Octavio.
Dver
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