Desde los tiempos más remotos existen amuletos y supersticiones para el rito del matrimonio. En sus orígenes, era habitual buscar el día más afortunado, siendo el jueves el que se consideraba más favorable además de que los matrimonios que se celebraban durante la luna llena se consideraban particularmente afortunados. Era costumbre de muchos pueblos del Cercano Oriente arrojar grano sobre los recién casados, éste era un rito mágico que tenía el supuesto objeto de asegurar la fecundidad; algunos pueblos orientales usaban arroz para el mismo fin. Esto se debía al gran temor que sentían ante la infecundidad, ya que la esterilidad era atribuida a las maquinaciones de los espíritus, así que había que utilizar ritos supuestamente mágicos contra ellos. Según la capacidad económica de los contrayentes, para asegurar un matrimonio feliz, se utilizaban desde amuletos hasta consultas a los astrólogos sobre la fecha más propicia y, en cierto periodo entre las familias pudientes había la costumbre de utilizar el sacrificio humano como amuleto para asegurar una boda feliz. El fuego y el agua siempre se consideraron los mejores medios para defenderse de los fantasmas y los espíritus malvados; de ahí los fuegos sobre el altar y las velas encendidas, así como también el bautismo con agua bendita, generalmente presentes en las bodas. Por mucho tiempo fue costumbre establecer un día falso para la boda y luego posponerlo en forma repentina para confundir a los fantasmas y espíritus. La costumbre de utilizar un velo sobre la cabeza de la novia, viene de los tiempos en los que se consideraba necesario disfrazar a la novia para que los fantasmas no la reconociesen y también ocultar su belleza de los ojos celosos y envidiosos de los espíritus.
Los pies de la novia no debían tocar la tierra antes de la ceremonia, esta tradición llega de la costumbre de raptar a las novias y llevárselas tan velozmente que sus pies no tocaban el suelo, aún hoy en día existe la costumbre de colocar una alfombra desde el coche hasta el altar. La tradición de levantar en vilo a la novia para franquear el umbral es una reminiscencia de los tiempos antiguos en que se robaba a las esposas y, por esta misma razón la novia se sitúa a la izquierda del novio, para en caso de que vinieran a rescatarla el novio pudiera tener la mano derecha libre para empuñar la espada.
La costumbre de no verse el día de la boda hasta que se llegue al altar viene dado por la costumbre del matrimonio de conveniencia, con esto la familia de la novia se “aseguraba” que no cambiara de idea al verla.
Después de la boda, las parejas, para conseguir tener un hijo varón, debían beber hidromiel (bebida alcohólica fermentada a base de miel y agua) durante un ciclo lunar, de ahí la tradición de la luna de miel.
La costumbre de atar latas en la parte de atrás del coche de los novios, se debe a la creencia de que el ruido ahuyentará a los malos espíritus.
Dice una viaja tradición que la novia debe coser una moneda en el dobladillo del vestido para atraer riqueza y prosperidad al matrimonio, sin embargo otra tradición dice que la moneda debe estar en el zapato izquierdo de la novia durante la ceremonia; esto último me parece un poco incómodo, pero qué no hará una mujer para la prosperidad de su hogar.
En cuanto a llevar el anillo en el dedo anular, cuenta una leyenda china que los dedos pulgares representan a los padres, los índices a los amigos y hermanos, el medio a uno mismo, el anular a la pareja y el dedo meñique a los hijos. Si unes los dedos de la mano pulgar con pulgar, índice con índice, meñique con meñique, anular con anular y los dedos medios los unes por los nudillos te darás cuenta que resulta imposible separar los dedos anular, porque están destinados a estar unidos para siempre, sin embargo, sí que podrás separar los dedos pulgar que representan a los padres, los dedos índice que representan a los hermanos y amigos, y los dedos meñique que representan a los hijos que no están destinados a estar unidos para siempre.
Actualmente es costumbre que el día de la boda, la novia debe llevar algo nuevo, algo viejo (usado), algo prestado y algo azul. Lo nuevo simboliza la nueva vida que comienza, lo viejo simboliza el pasado que queda atrás, lo prestado simboliza la amistad y, algo azul simboliza la fidelidad. La tradición de llevar azahar en el ramo de novia viene por las propiedades afrodisíacas del neroli (producto que se obtiene de la destilación de la flor del naranjo amargo)
Para la novia que quiera conseguir marido a sus amigas casaderas, además de tirarles el ramo, la novia debe escribir los nombres de sus amigas en un papel (un papel para cada nombre) llevarlo en el zapato derecho y al finalizar la ceremonia quemarlo; la tradición dice que encontrarán marido en el plazo de un año.
Existe la creencia que las perlas están asociadas a las lágrimas y que dan mala suerte si van engarzadas, por ello se dice que las novias no deben lucir un collar de perlas el día de su boda. Sin embargo sí que pueden lucirlas solas, en pendientes o anillos. Muy importante: las novias deben vigilar que el novio lleve en todo momento la corbata derecha, porque si está torcida significará que será infiel.
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