Los problemas de pareja son parte inevitable de cualquier relación de pareja, pero de nosotros depende solucionarlos adecuadamente o permitir que se conviertan en crisis de difícil y dolorosa solución.
¿Con qué frecuencia te encuentras en esta situación?
"No hay problemas, sólo situaciones que demandan una solución adecuada". (Anonimo)
¿A qué se deben los problemas de pareja?
Una pareja está formada por dos personas.
Cada una de estas personas tiene su forma de ser, sus valores, forma de pensar, experiencias y aprendizajes previos, expectativas, etc. que tienen que adecuarse a los de su pareja.
Esto hace que, a pesar del amor que se tienen, pueden surgir conflictos con relativa facilidad.
Estos conflictos peden ir desde pequeños problemas sin importancia hasta grandes crisis de pareja que pueden terminar en matrimonios llenos de coraje y resentimiento o en divorcios muy destructivos.
Algunas de las principales causas de problemas en la pareja son:
El manejo del poder y el control.
Problemas con la familia política.
El mal manejo del espacio personal.
Manejo del poder y el control.
En una relación de pareja se dan muchas situaciones en las que se deben tomar decisiones.
En ocasiones se trata de decisiones poco importantes, como si salir a cenar el sábado en la noche o no y en ocasiones se trata de decisiones importantes, como en qué se gasta el dinero o a qué escuela van los hijos.
Con frecuencia la discusión no es realmente por lo que se está decidiendo, sino para establecer quién manda en la relación, quién tiene el poder y el control.
El control puede manejarse en forma abierta o encubierta y puede ser a través de gritos, dinero, sexo, hijos, etc.
La lucha por el control y sobre todo cuando es a través de la agresión o la manipulación es muy destructiva para la relación de pareja.
La persona que se somete suele quedar resentida y buscar la forma de desquitarse, generalmente de una manera encubierta, conocida como agresión pasiva.
Como por ejemplo, olvidarse de cosas importantes para la pareja, hacer comentarios que son humillantes para la otra persona, hacerla quedar mal ante los hijos, etc.
Problemas con la familia política.
El problema con la familia política es complicado porque abarca varios aspectos.
Por un lado, cada uno de los miembros de la pareja viene de vivir en una casa con ciertas reglas, creencias y un estilo de vida determinado, al que está acostumbrado.
Al empezar a vivir con otra persona, con otro estilo diferente, le es difícil acoplarse y romper con el vínculo familiar y las costumbres con las que está acostumbrado y que, generalmente, considera correctas.
Cuando su familia interviene, apoyándolo piensa que tienen razón, por lo tanto le cuesta trabajo impedir se involucren en su relación de pareja.
También puede suceder que no quiera lastimarlos u ofenderlos y que piense que es más fácil que su pareja los comprenda y sea más tolerante para evitar conflictos o que los ignore, si faltarles el respeto.
Por otro lado, a los padres les cuesta trabajo entender que su hijo o hija es un adulto independiente y que, a partir del momento en que establece una relación de pareja, los padres deben tomar una distancia, respetar ciertos límites y aceptar que:
Ellos ya no son responsables de sus hijos y
que las prioridades de éstos y su tiempo han cambiado, por lo que el cariño no cambia pero la calidad de la relación sí.
Manejo del espacio personal.
Una pareja está formada por dos personas.
Cada una de éstas tiene su mundo o espacio personal, en donde están sus intereses, su trabajo, amistades personales, etc.
Al formar una relación de pareja, cada uno de ellos debe mantener parte de ese espacio y, al mismo tiempo formar un mundo compartido, el de la relación.
Con frecuencia es difícil mantener un equilibrio adecuado.
Si alguno de los miembros de la pareja le dedica mucho tiempo a su mundo personal, (esto se da más en el hombre), desatiende la relación.
Por otro lado, si le dedica demasiado a la relación, lo que sucede sobre todo con las mujeres cuando no trabajan fuera de casa,
esperan que su pareja les corresponda de la misma manera, lo cual casi nunca se da y provoca grandes conflictos y resentimiento y/o
la pareja puede sentirse agobiada y necesitada de espacio y libertad.
¿Qué hacer?
Analiza cada uno de los tres aspectos, para determinar cuál o cuáles son causa de conflicto abierto entre tu pareja y tú o motivo de coraje y resentimiento para ti.
Recuerda que la peor actitud ante algo que nos molesta y nos genera un coraje continuo, es quedarnos callados o hacer comentarios al respecto, pero sin hablarlo claramente el tiempo y las veces que sea necesario.
Si lo han hablado y no sirve de nada, revisa la manera que tienen ustedes de hablar los problemas.
En el tema de comunicación encontrarás algunas sugerencias que pueden serte de utilidad.
La clave para cualquiera de los tres aspectos tratados, es "abrir" la situación, decir cómo te sientes (hablando en primera persona, "Yo siento") y pedir lo que deseas; a partir de allí, negociar una solución aceptable para ambos.
Recuerda que no eres el terapeuta de tu pareja.
No supongas los motivos para su conducta.
Si te es importante saberlo, pregunta.
Pero si tu pareja no los sabe o no quiere decírtelos, respétalo.
Lo importante es llegar a un buen acuerdo.
Si se empiezan a atacar, suspendan la negociación y pospónganla para después.
Mantente firme en lo que es importante, pero cede en lo que no lo es.
Si quieres ganar en todo, la relación pierde.
Si cedes en todo, también.
En el manejo del poder, pueden establecer situaciones en las que ambos van a decidir y se van a poner de acuerdo o pueden dividirse por áreas, como por ejemplo, uno se ocupa del dinero y el otro de los hijos.
No importa que uno decida más que el otro, lo importante es que ninguno de los dos quede descontento o resentido.
En cuanto a la familia política, necesitan darse un espacio para ustedes y un tiempo para ellos.
A la hora de negociar, recuerda que lo que tú sientes por tu familia, tu pareja lo siente por la suya.
Cuando hay problemas, por ejemplo entre la suegra y la nuera, una buena opción es el hijo hable con la mamá, es decir, que cada quién hable con su familia.
Lo más importante es no permitir que la familia política cause problemas en la relación de pareja y que no se acumule el resentimiento en ésta.
En cuanto al espacio personal, también la base es la negociación, pero esta es un área en donde la comunicación es sumamente importante.
Cada uno de los miembros de la pareja debe entender los motivos de la conducta del otro y sus sentimientos y expresar claramente sus necesidades, pero sin atacar y sin enviar dobles mensajes.
Cada persona tiene diferentes necesidades de acuerdo a sus propias características personales.
El hecho de que alguien necesite un tiempo para estar solo o para tener actividades personales o con sus amigos, no significa que no quiera a su pareja.
Pero debe tener cuidado de no desatenderla.
Si te sientes muy desatendido/a, checa objetivamente la situación.
Si tu pareja realmente no tiene tiempo porque su trabajo u obligaciones de la casa o hijos la tienen muy agobiada, busquen opciones para compartir un tiempo juntos y mejoren la calidad de la relación cuando comparten actividades.
Si te sientes abandonado/a y sí pasan bastante tiempo juntos, pueden estar pasando dos cosas:
Están juntos físicamente, pero la relación es de muy mala calidad.
Posiblemente necesites analizar tus expectativas, creencias sobre la relación, actividades personales y/o autoestima.
Psic. Silvia Russek
Lic. En Psicología Clínica.
Maestría en Terapia de Pareja.