A veces cuando quieres hacer algo nuevo, cuando te propones comenzar algo, como por ejemplo tomar un curso, participar en un taller, cambiar de hábitos alimenticios, dejar de hacer algo que ya no te conviene, empezar a hacer deporte…
Todo empieza con la idea rondando tu mente, piensas en ello varias veces al día, pero no das el primer paso, y sigues pensando en ello y eso te causa cierto mal-estar.
Por otra parte está el terminar con algo que ya empezaste, lo tienes por la mitad y vas postergando. O ese informe que tienes que entregar en cierta fecha, o un examen que tienes tal día y todavía no te pusiste a estudiar.
Todo se complica mucho más si todo eso son tareas extras que no están en tu día a día y tienes que encajar en tus horarios.
La mente busca excusas, se distrae, se confunde, comienza el diálogo interno desgastante…
Por esto hoy quiero darte unas claves para que potencies tu concentración en lo verdaderamente importante, aprovechar más el tiempo y así organizarte mejor para comenzar eso que quieres. Con el primer resultado tu motivación será tal que ya nada te podrá parar.
Eso sí, es necesario que trabajes estas claves, con solo leer el artículo no va a pasar nada. Imprime este artículo, trabaja en él y pasa a la acción:
1.- Identifica lo que provoca tu distracción.
Esto hace que el tiempo se te escurra entre los dedos. Por tanto se consciente de que es lo que te distrae y de lo que hace que vuelvas a concentrarte.
Si o sabes cómo trabaja tu atención y que hace que te salgas de ella, es hora de descubrirlo.
Identifica si tus distracciones responden a estímulos internos u externos.
Ejemplos de estímulos internos:
• Miedos
• Preocupaciones
• Un pensamiento
• Tener hambre o sed
Ejemplos de estímulos externos:
• Una llamada de teléfono
• Gente hablando cerca de ti
• De pronto entra un nuevo correo electrónico
• Una alarma
¿Por qué te distraes? Puede que lo hagas a propósito, a veces la distracción provocada puede resultar conveniente y la mayoría de las veces una excusa.
2.- Controla las distracciones internas
Entrénate en reconocer cuando te despistas por algún estímulo interno, de ahí pasarás a poder controlarlo.
Es decir, si te das cuenta de que te distraes porque de pronto comienzas a pensar en lo que harás el fin de semana, párate en seco y dite a ti mismo: muy bien, eso está muy bien, me doy las gracias por recordármelo pero ahora estoy concentrado en esto y así voy a seguir.
Cuando domines esto podrás cambiar rápidamente y volver con lo que estabas haciendo.
En cuanto a los estímulos externos te dejo un par de opciones:
a) Procura reducir al máximo las posibles distracciones que puedan ser provocadas por tu entorno.
b) Aprende a ignorarlas. Procura meterte hasta el “fango” en lo que estás haciendo para evitar que las excusas te atrapen.
Nota: procura terminar lo que empiezas, prioriza tus tareas, organizar tu tiempo hace que éste se estire como un chicle.
Mercedes Mata
"La Coach de la Maestra"
www.lacoachdelamaestra.com