PERSONA ASERTIVA es aquella que es capaz de manifestarse como es, dice lo que piensa, sin provocar en el otro conductas agresivas, de rechazo o huida y, además, sin guardarse en su fuero interno ningún sentimiento de lucha, agresión, rechazo o huida.
CONDUCTA ASERTIVA es la capacidad de poder decir cualquier cosa a cualquier persona Sin que eso comporte molestar, herir ni ofender y quedarnos nosotros incómodos.
CLAVES PARA RELACIONARSE CON LOS DEMAS
• Dedique atención y tiempo a su aseo y cuidado personal. La buena imagen corporal refuerza la seguridad personal y abre las puertas a la aceptación social.
• Revise su estado de ánimo y controle sus sentimientos y emociones, para que no interfieran en sus relaciones con los demás.
• Sonría, con expresiones faciales y gestuales que manifiesten que sintoniza con la gente, lo que no significa necesariamente estar de acuerdo. Es compartir un tono vital alegre y positivo.
• Recapacite sobre la importancia de que los demás no nos resulten pesados. Vigílese. No sea cargante: no abrume a sus contertulios con lo que padece o le preocupa. Compartir problemas no significa endosárselos a los demás.
• Tolerancia. El respeto a quienes piensan y actúan de modo distinto del nuestro, ayuda a que tengamos mejor imagen. Y que seamos más humanos.
• La gente es buena, mientras no se demuestre lo contrario. No hay que desconfiar. Una actitud abierta facilita que los demás nos acojan con buena disposición.
• Preguntemos lo que no sabemos, sin miedo a hacer el ridículo o a pasar por ignorantes. Así, ayudamos a que los demás se sientan importantes y útiles. Cuanto más inteligente y atractiva es una persona, más pregunta y escucha.
• En las discusiones evite utilizar los “mensajes tú”, en los que descargamos en el interlocutor la responsabilidad o culpa de todo el conflicto. Atrévase a utilizar los “mensajes yo”, la autocrítica, exponiendo los aspectos en que ha fallado.
• Aprenda a escuchar activamente. A “hacerse cargo” de la situación de la otra persona, para que se sienta acompañada y comprendida. Hágale preguntas. Administre los silencios, pero no para pensar en sus cosas, sino para mostrar respeto e interés por lo que siente el otro.
• No dé consejos, ni diga a nadie lo que tiene que hacer. Le coloca en una situación de superioridad que termina por no gustar. Cuando le pidan consejo, es preferible ayudar a que la otra persona encuentre la respuesta.
• Muéstrese tal y como es. No juegue a hacerse el simpático. La empatía, o capacidad de emocionarse con otros, no es una estrategia ni una técnica comercial. Se lleva muy dentro.
• Las amistades no se conservan. Se cultivan y se cuidan. Mime a sus amigos. Llámeles por teléfono, y no sólo cuando está aburrido, no tiene plan o sufre problemas. Visítelos. Sorpréndales de vez en cuando. Demostremos que tenemos ilusión por compartir con ellos momentos, experiencias o emociones.
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