No pidas deseos: Toma decisiones
En lo que estamos de acuerdo es que el primer paso para plantearse un objetivo es, justamente, desearlo.
Pero los deseos corren el peligro de quedarse indefinidamente siendo sólo deseos y aquí nos dan una buena sacudida: “¡Muévete! ¡Convierte esos sueños en realidad!”
¿Cómo?
Identifica claramente tus deseos.
Tradúcelos en objetivos viables.
Traza un plan; toma decisiones y comprométete con ellas.
Anuncia al mundo ese compromiso.
Si hay algo que puede dar vida a esos sueños, es el compromiso con las decisiones que hemos tomado en pos de que se cumplan.
En definitiva, se aboga más que por los deseos, por los propósitos firmes.
En cambio, yo soy más de pensar que merece la pena tener variedad de deseos (para elegir): aquellos con potencial para convertirse en objetivos y aquellos otros que se tienen a pesar de la escasa probabilidad de que se concreten; soñar por soñar.
¿Qué tal tú? ¿Formulas únicamente deseos “prácticos” o dejas también sitio para los totalmente utópicos?
http://tusbuenosmomentos.com/2011/09/comprometerse-deseo/