Toloache

Una de las plantas sagradas de los Aztecas y otras tribus antiguas del norte
De la especie de las Daturas (Inoxia, Metel, Estramonio, Ferox) , llamada vulgarmente chamico, cardo cuco, yerba del diablo y también trompeta de ángel al igual que al floripondio pariente cercano del toloache y que pertenecen a la familia de las Solanáceas.


El toloache es un arbusto de entre 60cm y metro y medio de alta, sus hojas y tallo despiden un olor tan desagradable que pocos insectos soportan, motivo por el que la planta siempre se ve lozana. Sus flores son alargadas y en la mayoría de las especies de color blanco, a veces con tonos rosados o violeta. Se reproduce mediante cápsulas espinosas del tamaño de una pelota de golf que contiene numerosas semillas, que germinan con las primeras lluvias veraniegas.


Las Daturas poseen altos niveles de escopolamina y atropina en sus tejidos; los alcaloides tropanicos como la escopolamina tienen una acción anticolinérgica en el organismo que en altas cantidades puede resultar en un síndrome atropinico y en ocasiones provocar la muerte.


La intoxication con toloache produce una completa inhabilidad para diferenciar la realidad de la fantasía lo que se llama delirio en contraste con la alucinación.
Produce hyperthermia; taquicardia; actuar violento y bizarro; mydriasis severa con dolorosa fotofobia que puede durar varios días. Amnesia pronunciada es otro efecto que ser reporta con frecuencia. Puede haber variaciones en las toxinas de una planta a otra según la edad de la planta, dónde creció y el clima.


El uso de las daturas se remonta a unos 7 mil años a.C. Muchos de los rituales religiosos primitivos de adivinación y de caza eran elaborados con plantas solanáceas como las daturas, la belladona y la mandrágora, que prometían vislumbrar la presa y la temporada de caza que convenía a la tribu o el clan.

Los curanderos y hechiceros egipcios conocían propiedades y efectos de las solanáceas y daturas que aplicaban en forma de ungüento, que ulteriormente fueron a ser utilizadas ampliamente en la hechicería medieval. Los griegos al igual que los egipcios conocían ya sus cualidades curativas y delirógenas. Dioscórides, sabio griego de la etnobotánica habla al respecto “Bebida con vino una dracma (3.2 gr.) de su raíz provoca imágenes vanas y agradables a los sentidos, si se dobla la dosis provoca enajenación y locura durante tres días, y si se la cuadruplica produce la muerte”.


Desde la antigüedad se ha usado en el parto para ayudar a la madre a dar a luz sin tanto dolor. En ungüento era utilizado para dolores reumáticos. También es un buen expectorante y las hojas fumadas en cigarrillos ayudan aliviar el asma y la tos, pequeñas ramas secas y masticadas en la noche ayudan a conciliar el sueño. Se tiene registro que eran utilizadas fuera del ámbito religioso por la población en general como medicina tradicional popular, además en el medievo muchas de las curanderas o brujas de la época tenían en sus alacenas algo de mandrágora y daturas, que al ser plantas que conducen a estados alterados de conciencia en cierta cantidad provocan alucinaciones y delirios que la iglesia utilizó como justificación para la cacería de brujas


En México la planta desde la época prehispánica ha servido de materia prima para los mitos y leyendas de los pueblo indios, la palabra toloache proviene del náhuatl toloatzin que significa, cara agachada, o cabeza mirando al suelo.


Las tribus el norte la usaban en ceremonias del pasar los varones de la adolescencia a la juventud.

Los efectos del toloache en la magia amorosa son bien sabidos en la cultura popular. Se cree que puede provocar severos trastornos mentales debido a los alcaloides tóxicos que contiene la planta, de ahí que dentro de las pócimas amorosas de la magia popular figure el toloache como ingrediente. Existe la creencia de que las esposas pueden domar al marido más bronco con té de toloache, y al ver a un marido obediente a la esposa se dice que “ya le dieron su agüita de toloache”


La dosis activa de la escopolamina ronda los 10mg, pero causa la muerte sobrepasando los 100mg. Muchos de los curanderos conocen la utilización y las cantidades que se deben suministrar en la medicina tradicional, un conocimiento heredado que es parte de la cultura del país que se trasmite por generaciones a lo largo del tiempo. Es por eso que quien no conoce y busca solo la recreación con los toloaches puede sufrir severos trastornos mentales e incluso llegar a caer en coma y morir por intoxicación.

Todas las plantas con muchos poderes curativos tienden a tener también muchos poderes dañinos. El toloache es una de esas, por lo que se recomienda no usarla si no se está bien seguro de la forma y cantidades de utilizarla, porque sus efectos pueden y siguen provocando muertes.

El que estas líneas redactó, vivió en familia la muerte por envenenamiento de una pequeña hermana que comió las semillas del toloache confundiéndolas con otras que sí eran comestibles. Accidentes se han dado muchos, Es una planta que merece respeto por su poder y por su tradición.

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