Si hemos vivido creyendo que el dinero es vil y sucio, limitamos todas las posibilidades de abundancia y prosperidad, porque te has convertido en el arquitecto limitado de tu realidad.
El dinero es un problema que ha oprimido a la humanidad desde tiempos inmemoriales, porque ha implicado profundas reacciones por creencias que están registradas en nuestro inconsciente, de donde emerge el miedo, la codicia, el deseo, el apego, la culpa, la envidia y el resentimiento.
Por un lado el humano persigue adquirir mayor cantidad de dinero y bienes materiales y por otra parte del dilema están las creencias religiosas adquiridas de que las riquezas son dañinas para la vida espiritual, y se condena al dinero para poder vivir espiritualmente.
Hay concepciones totalmente opuestas aún inspiradas en principios religiosos, por ejemplo: en el Antiguo Testamento donde se señala que la riqueza y la prosperidad eran señales tangibles del favor de Dios como premio a conducirse justamente y que la pobreza y las adversidades, serían consecuencia de castigo divino o el resultado de los errores del pensamiento, sentimiento o conducta, tanto individual como colectivo. Pero no siempre es así, porque hay muchos seres que acumulan riquezas con energías de codicia, dureza de corazón, ausencia de escrúpulos, muchos teñidos por robos y fraudes, lo que no responde a identificar favor divino y éxito económico.
La Espiritualidad asume que hay un origen superior que es el Espíritu, y el efecto benéfico o maléfico dependen de la actitud interna del ser y de la utilización que se quiere hacer del dinero.
La Espiritualidad enfoca los problemas de la vida, tratando de llegar a la esencia de los hechos sin dejarse convencer por opiniones tradicionales, ni emociones, ni prejuicios personales. Considera que muchas valoraciones son egocéntricas y separatistas, y deforman la realidad. Por eso trata de situar los hechos y los problemas en su justo lugar, eliminando toda censura que se hace sobre el tema y asumiendo que tiene un origen superior, el Espíritu, y que el efecto benéfico o maléfico depende de la actitud interna del ser y de la utilización que se quiere hacer del dinero.
El dinero ha sido etiquetado por algunos como bueno y por otros como malo, tomando en cuenta solo la valoración objetiva externa.
Si hemos vivido con creencias desde el corazón de que el dinero es vil, sucio, pecado, "que es más fácil que un camello entre por el orificio de una aguja que un rico al cielo", limitarán todas las potencialidades de tener abundancia y prosperidad, porque te has convertido en el arquitecto limitado de tu realidad.
Un pensamiento solo, sin emoción no tiene poder en sí mismo, pero el pensamiento unido a la emoción es cuando se convierte en sentimiento, por eso se dice que nuestros sentimientos se basan en nuestras creencias. Las creencias actúan sin que les acompañen pensamientos conscientes y ello se debe porque están relacionados a la "resonancia" (sintonización energética de nuestro cuerpo con otros tipos particulares de energía). Al experimentar resonancia la persona cree que eso es verdad. En este punto los científicos señalan que las creencias pueden cambiarse cuando ellas dejen de resonar con nosotros, es decir, que ya no sea verdad para nosotros, porque los filtros de la percepción personal han cambiado.
Hoy en día se recomienda el uso frecuente de afirmaciones y liberaciones de creencias, percepciones y juicios para ayudar a eliminar las creencias limitantes que mantienen las personas a determinados asuntos en sus vidas.
Los científicos señalan que las creencias pueden cambiarse cuando ellas dejen de resonar con nosotros.
Fundamentos, que la misma ciencia consideraba sagrados, se están viniendo abajo, porque han concluido que en toda observación hay participación, que el simple acto de mirar nuestro mundo, cambia las partículas que estamos mirando y por ello, es a través de nuestras creencias que nosotros somos el puente entre la realidad y todo aquello que podía imaginar.
Así pues, la cualidad de nuestras creencias más íntimas influye claramente en la cualidad del mundo que nos rodea, lo que sugiere que lo que creemos en nuestros corazones y mentes, puede tener un efecto en nuestro cuerpo porque se están generando ondas de energías, por eso decimos que las creencias se expresan en el corazón.
El dinero es un instrumento creado por los hombres para facilitar el xxxxxx de bienes. El dinero es energía y la energía proviene de la Divinidad, entonces el dinero es energía Divina.
Votos de pobreza realizados bajo ciertas creencias como la idea de que la riqueza es mala y debe ser evitada para demostrar valor espiritual, "ser dignos para que Dios nos deje entrar en el reino del cielo", están lejos de creer que el reino de los cielos está dentro de cada uno. Miles de personas en el mundo han realizado estos votos de pobreza experimentando resultados muy destructivos y dañinos para sus vidas. Estos votos matizan toda su vida, salen del inconsciente señales de pensamientos como: "yo tengo muy mala suerte", "yo nunca he ganado nada", "soy un perdedor nato". Esto hace que se repita en sus vidas, porque lo viven atrayendo debido a las imágenes que mantienen en su mente, convirtiéndose en aquello que más piensan.
El dinero es un instrumento creado por los hombres para facilitar el xxxxxx de bienes. El dinero es energía y la energía proviene de la Divinidad, entonces el dinero es energía Divina. El malentendido que de él se deriva proviene de confundir el medio con el fin como: manifestaciones de avaricia, violenta codicia; fábrica de armas que fomentan guerras entre los pueblos; fábricas de estupefacientes; redes de prostitución; crímenes en general.
¿Cuándo debemos aceptar algo como cierto en nuestra vida y cuándo no?
Revisemos nuestra actitud con el dinero con sabiduría y coraje:
- ¿Qué porcentaje de creencias negativas le doy al dinero en una escala de 1 al 10?
- ¿Qué porcentaje de creencias negativas asumidas de mi entorno sobre mi deseo de solicitar dinero a la Divinidad tienen valor para mí?
- ¿Qué emociones me impiden confrontar las creencias del dinero?
- ¿Creo en la condenación del dinero para vivir espiritualmente? ¿es eso verdad para mí?
Hay que elegir, dejar de aprender desde la limitación, integrando la energía del amor de Dios con la energía del dinero, vivir una vida en abundancia sintiéndonos merecedores de toda la riqueza del Universo y sin sentirnos culpable al desear adquirir dinero.
No olvidemos que el inconsciente colectivo ha sido marcado por las creencias de nuestros ancestros y que ellos asumieron las realidades de los suyos y nosotros estamos actuando con las realidades de ellos, por lo tanto hemos vivido con las creencias de otros. Podemos confrontar su validez para mí y crear mi propia realidad. No todo es como parece.
Nacimos para ser libres, para triunfar, para ser felices. Dios quiere que seamos felices, pero las creencias negativas relacionadas a esa felicidad se han afectado con nuestros pensamientos limitantes.
Practica tu libertad económica, el dinero está respaldado por las riquezas de la tierra y honra la tierra con cada paso que des en ella.
Ahorra desde el respeto y valor del dinero y no desde el miedo, ni temor a la carestía, recuerda que lo que mantengas en tu imaginación más lo atraerás a tu vida.
Confía en la energía del dinero, y que éste es una energía espiritual; agradécelo en cada momento que lo tengas para el gasto.
Incrementa la vibración para integrarlo con armonía en tu vida.
Incrementa nuevas posturas para que se te manifieste sin desafíos por infinitos caminos sin olvidar que el dinero es energía espiritual y que al venir de Dios es energía de Amor.
Namasté
Kandy Bracho
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