Uno de los factores más incómodos que generan en más de uno de nosotros no pocos dolores de cabeza, angustias existenciales e insomnio, es la visión de cuentas que vamos acumulando sin pagar. Mismo aquellos prestamos o deudas que todavía no hemos comenzado siquiera a saldar, tienen de por sí un efecto muy fuerte en nuestra psiquis, ya que pueden generarnos un malestar muy fuerte y una sensación que tenemos "un gran peso encima" que puede asfixiarnos.
Así como existen las cuentas monetarias a pagar como boletas de luz, agua, rentas, consorcio y gas, que al acumularse pueden generarnos una deuda que afecte nuestra salud mental - física, también existen aquellas "cuentas emocionales pendientes" sin saldar que venimos acarreando durante meses o años durante nuestra vida, que afectan y limitan enormemente nuestra salud y capacidad de vivir una vida plena.
¿Qué significa tener "cuentas emocionales pendientes" en nuestra vida?
Las cuentas emocionales pendientes son aquellas situaciones inconclusas que no hemos cerrado adecuadamente a lo largo de nuestra existencia y que seguimos cargando dentro nuestro, sea conciente o inconscientemente. Son aquellas vivencias con otras personas donde hemos estado involucrados afectiva, mental y/o monetariamente y hemos tenido algún disgusto, enojo, dolor o emoción sin expresar, lo cual nos impidió dar un cierre satisfactorio para nosotros y el otro.
Sucede que para nuestro inconciente cualquier situación dolorosa por más que se haya dado hace muchos años, si ha quedado como "deuda emocional pendiente", sigue fresca y su efecto emocional latente en nosotros. Eso significa que permanece dentro de nuestra psiquis afectándo y manifestándose a través de sentimientos de depresión, angustia, desesperanza, enojos bruscos, envidia, vergüenza o sentirnos indignos de tener una vida de amor, abundancia y satisfacciones. Es como tener una herida que no termina de cicatrizar, por lo que permanentemente requiere de nuestra energía para sanarse.
Algunos ejemplos concretos de lo que es tener "deudas emocionales pendientes":
Terminaste una relación de noviazgo o amantes, dolido, desilusionado o enojado sin poder expresar realmente lo que sentías a tu pareja.
Viviste manejos abusivos del dinero como manipulaciones por parte de alguno de tus padres y no pudiste expresar tu molestia y dolor ante ello.
Tuviste una discusión con alguna persona que te importaba mucho y te quedaste con muchas cosas importantes sin expresar desde tu corazón.
Viviste una relación violenta con una persona donde no pudiste defenderte ni decir lo que sentías ante sus descalificaciones o maltratos físicos - emocionales.
Estás dentro de un trabajo con compañeros o algún jefe cuyo trato hacia vos es rayano en lo descalificador y sobreexigente y por alguna razón, te negás a tener una charla con este. Por lo tanto pasa el tiempo y vas acumulando disgustos y saldos deudores emocionales…con vos mismo.
Pediste prestada una plata a algún pariente cercano y por más que pasa el tiempo, no te comprometes a seguir un calendario de pagos para saldar tu deuda. Por lo que te convertís en un deudor vitalicio.
Prestaste un dinero a un ser querido cercano y este no te lo devuelve, y vos en vez de confrontarlo adecuadamente, te quedas con la rabia mezclada con culpa, mientras pasan los meses y años sin ningún tipo de respuesta por parte de él
En algún momento de la escuela primaria sufriste una experiencia de maltrato o burlas muy fuertes por parte de tus compañeros o profesores, y nunca pudiste defenderte adecuadamente ante eso. Por lo que quedó un recuerdo marcado de dolor y sufrimiento con tus propios pares.
Cualquier situación afectiva que hayas tenido con alguno de tus padres, abuelos o hermanos donde sentiste malestar, dolor, enojo, tristeza o falta e protección y no pudiste expresársela a ellos.
Tuviste un disgusto fuerte con algún amigo y te negás a encarar una charla para limpiar esa situación. Por lo que cargas ese equipaje y tendés a repetir eso mismo con otras personas cercanas a vos.
Estos son algunos ejemplos de las "cuentas emocionales pendientes" de la vida cotidiana que con el correr del tiempo, vamos acumulando sin dar un cierre adecuado. El efecto es tremendamente negativo y perjudicial. Muchas depresiones y enfermedades psicosomáticas son causadas por esta acumulación de "deudas emocionales pendientes". Estamos hablando de "kilos" de rabia, dolor, tristeza y ansias de amor, que están escondidos en nuestro cuerpo esperando ansiosamente una solución.
Lic. Pablo Nachtigall