Vivimos de acuerdo a aquello que vamos creando en nuestra mente, cuando queremos hacer algo primero lo visualizamos antes de llevarlo a la acción. Las actividades sencillas como ir al cine, al teatro, planificar un viaje o cuando decidimos realizar proyectos, estudiar una carrera universitaria, un postgrado, encontrar determinado trabajo o adquirir una casa, nos hacemos la idea de lo que queremos y luego vemos lo que tenemos que hacer para alcanzarlo. Antes de tomar una decisión formamos representaciones internas de las acciones que queremos emprender a través de imágenes, palabras internas y sensaciones; y de acuerdo a ellas nuestros resultados serán placenteros o no.
Es importante hacerse consciente de ello, pues todo surge en nuestra imaginación antes de llevarlo a la realidad. Si hay conexión entre nuestros pensamientos
y nuestros sentimientos entonces nos sentiremos motivados a emprender las acciones necesarias para lograr lo que deseamos. Haz repasos mentales de eso que quieres y presta atención a lo que sientes cuando lo piensas; y modifícalo de acuerdo a lo que consideres bueno para ti.nuestra-mente
Ahora bien ¿por qué algunas veces se nos dificulta concretar algo que queremos hacer? o ¿vamos postergando objetivos y metas? Por momentos aparecen en nuestra mente como asignaturas pendientes, porque algún hecho o alguien nos lo recuerdan; y así continuamos dejándolos para después. Nos concentramos en hacer otras cosas que no nos motivan y seguimos sin atrevernos a dar los pasos para alcanzar lo que deseamos. La mayoría de las veces no logramos realizar los sueños porque no tenemos claro el para qué queremos cumplirlos, eso nos limita determinar el cómo lograrlos y poder enfocamos en tareas específicas o en los pasos necesarios.
Si nos quedamos viendo el sueño o la meta sin mirar los pasos que hay que dar para llegar, quizá se nos haga demasiado difícil. Vemos en desorden todo lo que hay que hacer y logramos con ello confundir nuestra mente, comenzamos a sentir desánimo
, pensamos que lo que queremos es imposible de alcanzar o que implica demasiado esfuerzo.
Si estás teniendo una vida cómoda, y sin embargo, te sientes molesto como si necesitaras hacer algo diferente, pregúntate ¿tengo ahora mismo todo lo que merezco? ¿qué me gustaría tener en lugar de?
Cuando tenemos objetivos emprendemos un camino para llegar hasta ellos, pero si no sabemos a donde ir es probable que no lleguemos a ningún lado. Si eres de los que se te pasa la vida y sigues sin concretar nada; estás intentando varias actividades sin profundizar en ninguna, sientes cómo si nada de lo que haces funciona y logras muy poco, es importantes que te preguntes ¿qué quiero? ¿qué tipo de vida deseo y qué me gustaría tener? De acuerdo a tu presente visualizarás el futuro
de cómo aspiras que sea tu vida.
Si es el temor al cambio
lo que te limita para encaminarte a conseguir nuevos objetivos reflexiona diciéndote ¿qué me lo impide? y ¿si ese temor no existiera qué sucedería? ¿qué pasaría si lo logro? o ¿qué pasaría si no lo logro?
nuestra-mente2Cualquiera sea la situación con la que te sientas identificado es primordial que te enfoques en saber exactamente qué quieres. Los objetivos tienen que motivarte, si esto no sucede, en ningún momento verás el objetivo terminado: y probablemente la comodidad y el desánimo comenzarán a apoderarse de ti.
Cuando hables de tus objetivos, menciónalos en positivo
y con palabras que te lleven a la acción. Tiene que haber congruencia entre lo que piensas, dices y sientes.
Plantearte objetivos te mantiene motivado constantemente. Te hace levantar cada mañana, te ocupa el tiempo y te hace disfrutar el solo hecho de imaginarte que los logras.
Ten presente, establecer metas es elegir lo que quieres, y hacer lo que te gusta te da satisfacción y entusiasmo, lo que redunda en un estado de disfrute y bienestar.
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