Es mejor tener más preguntas que respuestas; ayuda a mantener la mente despejada y abierta a las experiencias de la vida. Las respuestas no satisfacen durante mucho tiempo, porque la información que contienen es incompleta y tiene una vida limitada. Aferrarse a las respuestas es como conservar el pan durante mucho tiempo: se estropea y si intentas comértelo te pones malo.
La forma de conseguir más información es no tener miedo a preguntar; permitir que la frescura de las respuestas inunde tu vida y que esas respuestas te conduzcan a nuevas preguntas. Mantén el flujo de energía y no tendrás que vértelas con viejas creencias.
No intentes interpretar a Dios y a los ángeles, ni contestar sus preguntas. Si hay algo que no entiendes, no te precipites a contestar, intenta sondear el misterio Sigue preguntando, indagando y volviendo a preguntar.
¿Cuál es tu pregunta existencial, tu búsqueda personal?
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un beso y una linda sonrisa