Esta curiosa denominación, (que en realidad no explica nada), surgió en Puerto Rico en la década del 70, cuando los campesinos comenzaron a hallar vacas, toros, caballos, cerdos, y hasta pollos y gallinas extrañamente mutilados, con procedimientos quirúrgicos de altísima precisión, con un modus operandi similar: la extracción de órganos sexuales, ojos, orejas y lengua, en la mayoría de los casos con los cuerpos completamente exsanguinados. Un hematólogo que trabajó a solicitud del F.B.I. demostrò científica y oficialmente que “el procedimiento quirúrgico realizado sobre estos animales ocurrió rápidamente, en un lapso no mayor a dos minutos, utilizándose altas temperaturas ( láser, u otra tecnología mayor), como fuente cortante aplicada por una sonda fina o instrumento de corte“.
Comienzo oficial
Un caballo de tres años de edad, fue encontrado mutilado Solo el esqueleto de la cabeza y los músculos fueron encontrados. Se aseguró que la musculatura había sido cortada con tanta precisión como para descartar la utilización, incluso de los bisturíes usados en cirugía. Un examen posterior reveló que todos los órganos vitales del animal habían sido removidos. Si bien el cerebro no había sido quitado, sus fluidos así como la sangre, habían sido drenados del cuerpo.
En las últimas tres décadas más del 20.000 ejemplares del ganado vacuno han sido mutilados con precisión quirúrgica
Las teorías
Existen tres razonamientos diferentes: Ovnis, satanismo o la CIA. La respuesta puede acusar a cualquiera de estos tres puntos de vista o a ninguno.
Lo más descuidado parecía bien hecho considerando que había sido realizado, aparentemente, en la oscuridad. No habia evidencias de pinchazos, que explicaría la extracción de la sangre. Habian sido mutiladas más vacas que toros. Se habian encontrado drogas tranquilizantes en los cadáveres (esto sugiere la posibilidad de experimentos biológicos). Esto daría la pauta de que quizá una agencia gubernamental estaba usando el ganado para probar nuevas especies de bacterias, radiaciones de microondas o investigaciones con láser.
No se debe sacar conclusiones injustificadas respecto a la naturaleza de un fenómeno que aún no se conoce en profundidad y mucho menos pretender adivinar sobre quienes son los responsables y sus motivos para realizar tales acciones.
Solo se sabe que el fenómeno está allí delante nuestro y quizá el tiempo nos permita conocer su solución.