Desde que nacemos vamos creando lazos tanto con personas como con situaciones o cosas. Estos lazos de unión en el entorno que nos rodea pueden ser positivos o todo lo contrario pero aún así en este último caso, cuando nos separamos de aquello que nos produce dolor nos es tremendamente difícil hacerlo.
En el camino de la vida hay uniones y rupturas, a grosso modo se puede describir una pincelada de la trayectoria de la vida en torno a las relaciones, primeramente nos encontraremos con algo nuevo en nuestro camino, como puede ser una persona, esa persona entra en nuestra vida, forma parte de ella más o menos profundamente, y puede llegar el momento en que esa relación se rompa, bien sea por distanciamiento o ruptura definitiva pero siempre volvemos a empezar, aparecerá otra persona en nuestra vida y comenzará todo de nuevo, eso sí, no todas las relaciones humanas terminan de este modo, ni mucho menos.
El caso es que si miramos hacia atrás veremos, si somos capaces de recordarlo, la cantidad de personas que han pasado por nuestra vida, la cantidad de separaciones que hemos vivido, unas buenas otras aparentemente no tan buenas, pero todas nos han servido para aprender algo.
Se han podido perder parejas, amigos, compañeros…pero ahí seguimos caminando hacia delante, que es lo realmente importante.
Si nos fijamos la vida se compone de ciclos y estos pueden infundir miedo, ya que son desconocidos pero debemos pararnos y evaluar nuestra situación, cómo esta yendo nuestra vida, si somos felices, si nos sentimos a gusto como la estamos llevando, porque de momento y con toda seguridad es lo que tenemos ahora y sólo se vive el momento presente los demás, pasado y futuro, no dejan de ser recuerdos y anhelos.
Realmente, hay muchas veces que nos negamos a dar ese paso y comulgamos con ruedas de molino soportando estoicamente los avatares que se nos presenta con tal de no dar un paso más allá y que pueda suponer esa pérdida tan temida, ese sentimiento de abandono inexplicable e incomprensible. Debemos intentar conocernos un poco más y saber que aunque la relación social es muy importante para el ser humano, no necesariamente debe ser a cualquier precio.
Aprende a valorar las situaciones y a distinguir lo que es bueno para ti y para los demás, no tengas miedo a dar un paso más y cambiar tu vida cuando estas mal viviéndola. Toma decisiones, medítalas, evalúalas y adelante, si es necesario cerrar un ciclo de tu vida, hazlo, siempre hay una parte positiva en todo cambio.