La hora de decir adiós

Muchas veces hemos tenido que aceptar el adiós de alguien muy querido; quizás para irse a otro país, cambiar de ciudad o simplemente porque ha decidido seguir haciendo su vida sin ti.
Cuando una persona querida nos dice “adiós” se nos rompe el corazón y nos embarga la tristeza.
¿Qué hacer cuando nos dicen “adiós”? ¿Cómo superar su marcha? ¿Y si no es buena idea?

Una vez que nos han dicho “adiós” debemos mirar la situación con amor y cariño, sin egoísmo. Es posible que la persona que te dijo adiós esté mejor sin ti (o al menos eso cree). Es posible que la separación sea la mejor opción para ese momento. Si es tu pareja quien te dice “adiós” igual debieras simplemente soltarle, dejarle ir; piensa que quizás estará mejor sin ti y que lo mejor que puedes hacer es dejarle libre para que pueda emprender su nuevo camino sin ti.
No se puede obligar a nadie a estar a nuestro lado cuando el amor se va de nuestras vidas; hay que saber asumirlo, nadie tiene comprado el amor eterno. Como todo en la vida, el amor también tiene tiempo de caducidad aunque nos llene de penas y tristezas.
No es fácil decir adiós, menos aún cuando lo único que deseas es estar todo el tiempo con aquella persona; por ello será doblemente noble de tu parte dejarle partir.
Sólo nos quedará seguir adelante y avanzar.
Espero que algunos de estos pequeños consejos te puedan ayudar a superar esta difícil superación que supone la ruptura, la despedida y el haber tenido que decir adiós:
Cosas en las que NO deberías pensar después de decir adiós:

En lo bueno que él era para ti.
Todas las cosas lindas que hicieron juntos.
Que te llamará, que en cualquier momento el teléfono sonará.
Que sólo necesitas llorar y aislarte.
Que ya no hay porqué arreglarte y ponerte guapa.
Cuando se va de tu vida, es porque está mirando otras posibilidades, lo vuestro ya no resultó y es justo que cada uno mire o busque la felicidad aunque sea doloroso para quienes quedamos con el adiós en el corazón.
Cómo llevar mejor el proceso de después de la despedida:

Piensa que si te dijo adiós es que no eras lo más importante en su vida. Entonces, ¿por qué lo va a ser para ti?
Recuérdale como un capitulo más en tu vida, nada más. Todo cuanto pasaste con él, supone sólo un capítulo, no la historia completa. Alégrate que por un tiempo lo amaste y te amó (siempre será mejor amar que nunca haber amado).
Olvida su número de teléfono. Bórralo y cambia el tuyo. Si lo logras hacer habrás dado un gran paso y ganado mucho.
Sal de casa, pasea con una amiga, toma un café, ponte guapa y mira que afuera de tu cuarto hay mucha vida sin él.
Con mayor razón pon atención a tu persona, cuida tu cabello, date tiempo para ti misma, para hacer cosas de mujeres.
Lee libros. Busca un par de libros que leer, no sabes la buena terapia que es; si no te gusta leer ve al cine y habla con la familia.
Acércate de todo lo que te has alejado durante la relación con él, nadie merece que estés tan mal.
Decir adiós, es cerrar y abrir una nueva etapa de nuestra vida. Es volar muy alto y ser libres de esas cadenas que nos hacen prisioneros, recordar con cariño lo hermosamente vivido y olvidar lo que nos hizo sufrir.

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