Hay una serie de leyendas que hablan acerca de las costillas del diablo.
Al norte de México en el pueblo de Tepotzotlan, a unos 45 kilómetros de la ciudad de México yace una estructura que data del virreinato, es el ex-colegio Jesuita de San Martin que hoy en día es el Museo Nacional del Virreinato; debajo de esta estructura, yacen una serie de corredores que terminan en cavernas (muchas de estas no exploradas aun) En una de las primeras entradas a estos corredores fue descubierta una piedra que llevaba marcas misteriosas; Parecía como si un juego completo de costillas hubiera marcado esta roca. Obviamente esto es imposible ya que para derretir roca es necesaria una temperatura que el cuerpo humano jamas podría aguantar... pero......La combustión humana espontánea es el fenómeno por el que se incendia el cuerpo de una persona sin una fuente de ignición externa fácilmente identificable.
por aquellas épocas por un pequeño periodo de tiempo, se reportaron varios casos de posesión en aquel pueblo. Como es obvio estos poseídos fueron entregados a la iglesia para su liberación espiritual, pero estos en vez de ser exorcizados (ya que no había ningún padre con la sucificiente fuerza espiritual y conocimiento para llevar a cabo el rito) fueron tirados a estas ahora llamadas "mazmorras". No es extraño que un poseído presente características increíbles, como poder doblar músculos de manera imposible, hablar otras lenguas, entre otras como por ejemplo : Combustión espontanea. normalmente los poseídos en su mayoría presentan fuerza sobrehumana. Sin dudar las puertas de estas mazmorras podrían haber sucumbido eventualmente a menos que el poseído no pudiese moverse con facilidad. Esto se podría lograr encadenando el cuerpo a una roca. Asi es, las costillas del diablo son un caso de combustión espontanea de algún poseído por el demonio encadenado a esta roca entre los siglos XVI y XVII. Lo que refuerza esta teoría es que a los extremos de la roca se encontraron extraños orificios que al ser medidos dan dimensiones que fácilmente pudieron ser creadas por dedos tratándose de aferrar.