Durante siglos se ha creído en la figura del Hombre Lobo, uno de los seres de terror más empleados en literatura y cine que nos continúa robando el sueño a día de hoy. Muchos historiadores y folcloristas reflexionan sobre los orígenes de la licantropía, la capacidad humana de transformarse en lobo (o en otros seres, dependiendo la mitología), pero siempre surgen dudas.
De todas las opciones de transformación que tenemos, el lobo es la más reconocida y que se remonta a antiguas tradiciones europeas. La elección de animal se debe a su popularización en los folclores, como un depredador muy empleado en guerras y muy útiles durante el invierno por su resistencia, aunque existen muchos no verídicos.
En épocas antiguas, bajo tortura las personas reconocían que eran hombres lobos, y gracias a estas declaraciones se les acusaba de determinados crímenes de personas o animales mientras estaban transformados en ese estado. Por esta razón, hoy en día muchas investigaciones han asociado a las personas que se declaran hombres lobo, con determinados parámetros de conducta criminal, es decir, con enfermos mentales.
Entre éstos se encontraban los asesinos en serie como Stubbe Peeter, que fue juzgado en Alemania en 1589 por delitos que realizo durante 25 años. En este tiempo, asesinó a adultos y niños (incluyendo a su propio hijo), practicó el incesto y atacó animales. Peeter afirmó haber hecho un pacto con Satanás, quien le dio una piel de animal para transformarse en lobo.
En 1598, las autoridades francesas detuvieron a Jacques Roulet después de que fue encontrado escondido en unos matorrales y cubierto con la sangre de un adolescente mutilado. Roulet afirmó que había matado al niño mientras estaba transformado en hombre lobo.
En la mayoría de las leyendas, las personas se transformaban en hombres lobos debido a varios motivos. Podría haber nacido bajo esa maldición o por estar infectado por la mordedura o rasguño de uno de ellos, como si de un virus se tratase.. También mediante algún ritual realizado en el momento adecuad, pero analizaremos varias formas por las que según las leyendas, una persona puede llegar a convertirse en un ser así.
Un hombre puede convertirse en un hombre lobo porque ha sido maldecido, por lo general una maldición familiar, o mordido por otro ser de similares características. Éstos son los más conocidos pues están sujetos al ciclo lunar, por lo que cada luna llena ocurre la transformación y así se denomina, precisamente, esta capacidad.
Otra manera de convertirse en hombre lobo es mediante la magia. Un hombre ha obtenido la habilidad sobrenatural de cambiar de forma por el método de elaboración, como los hechizos mágicos, talismanes, pieles de animales etc. Estas personas entran en este estilo de vida de transformación, por su propia voluntad, teniendo más control sobre su capacidad, pero aún así, están presos en el instinto natural de los animales.
Siguiendo el aspecto mágico, no está de más recordar que en las leyendas polacas de hombres lobos, una bruja puede convertir una pareja en estos seres, utilizando para ello un simple cinturón de magia creado con piel de humano si se colocaba en el umbral de su fiesta de bodas. La ventaja es que sólo se transformarían cuando se lo pusieran, y esto terminaría cuando se lo quitasen.
Otras se deben a la mala suerte, como ser el nacer un viernes de luna llena cuando se concibe al niño un viernes de luna nueva, nacer en el solsticio de inverno o en el día de Navidad o simplemente, dormir con la luz de la luna llena en el rostro durante un viernes.
La última opción que mencionaremos de convertirse en hombre lobo es la espiritual. Son aquellos que se convierten desde su interior, aunque también adquieres los aspectos del animal en su personalidad. Este estilo de transformación sería el resultado de rituales de chamanes que intentan invocar el espíritu del lobo, aunque también podría ser el resultado de una visión profética.
Aunque si quieres convertirte en hombre lobo de una forma más simple, sólo debes arrancar y comer una flor de Lycanthropous una noche de luna llena, o bien colocarlas en tu camisa.
Sea como sea, en todos los lados se cuentan historias de hombres lobos y de misteriosas desapariciones durante las noches con luna llena. Es un tema que admira muchas personas y que además, el mundo del cine explota hasta lo inagotable por ser de las más atractivas para todo el mundo.
Su popularidad también se debe a ser el único ser capaz de derrotar al Conde Drácula, aunque éste último sea uno de los preferidos por todos nosotros.
Por vuestra seguridad, no salgáis una noche con luna llena. Nunca se sabe donde puede haber un hombre lobo. Quizás es tu vecino, tu compañero de trabajo, tu amigo, tu pareja. La respuesta está ahí fuera.
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