Los conflictos en el horóscopo, así como los de la vida real, no residen en elegir uno sobre el otro.
Si ponemos las necesidades de la intimidad de la Luna sobre las necesidades del placer de Venus podemos obtener una proximidad desagradable, como una pareja trabada en una danza severa de supervivencia.
Si los aspectos más superficiales de Venus dominan, podemos estar en las puertas del placer aunque todavía estemos vacíos por dentro. La clave está en reconocer y aceptar nuestras necesidades que estén en conflicto.
Saber qué es apropiado en un momento dado es provechoso. Esto significa que dilatar la necesidad por intensidad de la Luna en Escorpio en un lugar público no puede ir bien. O que el gusto de Venus en Aries por la independencia se demuestra cuando su pareja está inmersa en una crisis emocional, y esto puede ser inoportuno.
Todo tiene su tiempo y su lugar y la superación de los conflictos astrológicos está en poner el pie justo en el momento adecuado.
Otra forma de conflicto, por ejemplo entre Venus en Aries y la Luna en Escorpio, es que hay muchos pasos entre sus posiciones aparentemente puestas en contraste. A menudo nos encontramos entre dos opciones. Sin embargo, somos completos, "uno", el universo es entero y hay conexiones entre cualquiera de dos elementos en existencia.
Aprender los muchos pasos entre los puntos que están en conflicto significa construir puentes entre las partes dispares de nosotros mismos.
La astrología hace el buen trabajo de cortarnos y de rebanar en cubitos entre muchos planetas, signos y casas. Pero necesitamos recordar que no se debe aislar ningún pedazo del resto.
Incluso un planeta aparentemente aislado, uno sin aspectos, por ejemplo, vive dentro del mismo Sistema Solar y dentro de la misma persona que el resto de la carta astral.
La carencia de conexiones es aparente, no verdadera. Se puede tomar el planeta aislado e imaginar conversaciones con los otros planetas. ¿Cuáles son los puntos comunes de interés?
Si no se puede encontrarlos se necesita ampliar el vocabulario astrológico, porque las diferencias obvias entre los planetas y los signos son un patrón de unificación que conecta cada pieza con cada otra parte.
De hecho, aprender cómo combinar y separar es esencial para lograr la intimidad.