Los días más poderosos del año

Desde el principio de los tiempos, la humanidad se ha sentido fascinada por el paso del tiempo y el efecto que producía en todo lo que le rodeaba.
Ya los principales pueblos de la antigüedad estudiaban el paso de las estaciones y su influencia en las cosechas y el ganado. De ahí el descubrimiento de la importancia de la posición y altura del sol con respecto a la tierra y de la poderosa influencia de la luna llena en las mareas.
El poder del Sol, fuente de vida
El Sol era para los antiguos el origen de la vida, el que determinaba el crecimiento de sus cosechas. De ahí que su posición en el cielo marcase muchas de las festividades más importantes del calendario pagano.
Las dos posiciones medias y las posiciones más cercana y más alejada marcan los equinoccios y solsticios, que relacionan la duración del día con respecto a la noche. Así tendremos un punto en el que la noche será más corta que el día, otro en el que la noche será más larga que el día y dos puntos en los que la noche y el día tendrán la misma duración.

Las festividades paganas
De este profundo análisis surge el calendario de las denominadas festividades paganas, con un origen puramente terreno y marcadas en el calendario para festejar momentos concretos del ciclo anual en los que las energías renovadoras y creadoras se encontraban en su punto álgido. Muchas de ellas han sido asimiladas al cristianismo pero son pocos los que conocen su verdadero origen.
Es curioso descubrir que dentro de diferentes culturas y credos, estas celebraciones tienen lugar en las mismas fechas en todo el hemisferio norte y que proceden de la observación de la tierra y el clima desde hace miles de años. A continuación hablaremos un poco más sobre algunas de ellas.

(31 de Octubre hemisferio Norte/30 de Abril hemisferio Sur)
En la actualidad se celebra en gran parte del mundo con el nombre de Halloween, pero muchos desconocen su verdadero significado y origen.
Este origen lo hallamos en la cultura Celta donde la traducción de la lengua gaélica sería “fin del verano” y por eso aun podemos encontrar parte de su verdadero espíritu en Irlanda, Bretaña y Galicia, donde aun quedan restos de su tradición y cultura.
Significado tradicional del Samhain
Se trata de uno de los días del año que tienen una significación especial, ya que marca la mitad del otoño, una estación en la que todo muere o queda en suspenso.
Para el pueblo Celta era el día de los muertos y comenzaba con la puesta del sol. Era en este día en el que el mundo de los vivos y el de los muertos estaba más cerca, siendo muy fina la barrera que los separaba. Por eso aún en la actualidad es una fecha señalada para el ejercicio de la adivinación.

Nada tiene que ver con connotaciones negativas, ya que en su inicio marcaba una etapa de sabiduría, de respeto y recuerdo a los que se han ido. Un momento pues para la reflexión sobre el paso del tiempo, de que la existencia no termina con la muerte y de renacimiento espiritual.
Los elementos que van ligados a esta fiesta son las velas, las manzanas, las nueces y las calabazas, que se utilizaban a menudo en los rituales para esa noche cargada de energía y poder mágico. De ahí que los colores del Samhain sean el naranja, el blanco y el negro primordialmente.

(21 de Diciembre hemisferio Norte/ 23 de Junio hemisferio Sur)
Corresponde con el Solsticio de Invierno y es la noche más larga del año. Es una festividad en la que se combinan orígenes Romanos y Celtas.
La base Romana serian los festejos que comenzaban con las Saturnales (una mezcla de las actuales Navidad y Carnaval).
Estas fiestas que duraban una semana y en la que se intercambiaban regalos se celebraban en honor al dios Saturno, dios de las cosechas, y terminaban con la fiesta del “Nacimiento del sol Invencible”, que marcaba el fin de la época más oscura del año y el comienzo de los días más largos.

Nacimiento del Sol Invencible
La fiesta del renacer
En cuanto a la parte Celta de su origen, encontramos la fiesta de Yule, en la que se despide el invierno.
Si Samhain recuerda la muerte, Yule habla de nueva vida. Es un momento para hacer planes y pensar en el futuro, una época de esperanza y renacimiento en la que se tiene la certeza de que pronto la oscuridad dejará paso a la luz.
Sus elementos son nueces y frutas, ramas de pino, acebo y roble. Sus colores el rojo, el dorado y el verde.

(21 de Marzo hemisferio Norte/ 21 de Septiembre hemisferio Sur)
Festividad del Equinoccio de Primavera donde una vez más la noche y el día tienen la misma duración.
En este caso volvemos a encontrar un origen Celta, donde se celebraba el comienzo de una nueva estación de siembra. De esta forma se celebraba la vuelta a la vida del mundo, detenido durante el oscuro período invernal y la promesa de la nueva etapa de fertilidad. Es por tanto una fiesta luminosa, de crecimiento y esperanza.

Un nuevo comienzo
Todo vuelve a comenzar con un nuevo esplendor, hay una poderosa energía creadora asociada a Ostara. Es un momento para comenzar nuevos proyectos, para “sembrar” deseos simbólicamente y poner las cosas nuevamente en movimiento. La rueda de la vida comienza a girar con más fuerza una vez más.
Sus elementos son huevos y plumas, semillas y flores frescas. Sus colores el verde claro, el azul y el blanco.

(23 de Junio hemisferio Norte/ 21 de Diciembre hemisferio Sur)
Con gran tradición en los países escandinavos, esta festividad coincide con el Solsticio de Verano, donde nos encontramos con la noche más corta del año.
Las culturas precristianas como los Celtas creían que las plantas que germinaban en esta época tenían poderes sanadores especiales, ya que es en este momento cuando el sol brilla con más fuerza.
Este poder y fortaleza se traspasaría a todo lo que crece bajo su influencia, aportándole propiedades curativas.

El poder curativo

De ahí la tradición de recolectar plantas en estas fechas, sobre todo durante la noche, cosa que aun se sigue haciendo en lugares como Galicia, donde se recogen una serie de plantas (as herbas de San Xoan) que se dejan en agua durante la noche del 21.
A la mañana siguiente se usa este agua para lavarse, limpiando de energías negativas. También de esta tradición nocturna nos llegan las hogueras de San Juan, como método de purificación y protección.
Los colores de Litha son el verde claro, el rojo y el amarillo. Sus elementos las flores frescas y la fruta de temporada.

(21 de Septiembre hemisferio Norte/ 2 de Marzo hemisferio Sur)

Mabon es la festividad de origen Celta que celebra el equinoccio de otoño . Al igual que en Ostara, nos volvemos a encontrar en un día en el que la cantidad de horas de luz y oscuridad son las mismas. Es momento de que el verano se despida y nos adentremos poco a poco en el período invernal, donde todo queda en suspenso.

Para las culturas Celtas, Mabon era un momento de abundancia, ya que coincidía con la segunda cosecha, favorable para hacer balance, agradecer los dones que la Tierra les había otorgado y compartir con la comunidad. Con Mabon se cierra una etapa que nos lleva a la introspección y a ser conscientes del ciclo de la vida. Sus colores son los ocres, naranjas, marrones y sus elementos los cereales, las granadas y los frutos secos.

El origen del invierno
Según la mitología griega, este cambio de estación se explica en la historia de Demeter, diosa de la Naturaleza y las cosechas: durante un paseo por el bosque, su hija Perséfone, desaparece. Demeter la busca sin consuelo hasta que descubre que ha sido raptada por el señor del Inframundo, Hades, para hacerla su esposa. La diosa entonces se declara en rebeldía: hasta que su hija regrese nada volverá a crecer sobre la faz de la Tierra. Ante esta amenaza, Zeus, dios supremo, obliga a Hades a devolver a Perséfone al mundo de los vivos. Pero Hades engaña a la joven y la obliga a comer el fruto de la granada antes de que parta de vuelta al hogar.
Al haber probado el alimento de los muertos quedará ligada a su mundo para siempre y estará obligada a pasar la mitad del año en el Inframundo. Por eso la Tierra florece cuando madre e hija vuelven a encontrarse y se marchita durante el tiempo en que han de estar separadas.