Se los conoce como el “Aliento de Dios”.
Dominan los vientos y brindan a quien los contacta poderes especiales, amor, prosperidad.
Los ángeles están donde su deber los lleva, con la ligereza del viento. La narración bíblica de la creación comienza ciertamente con el Espíritu de Dios que alentaba como viento sobre las aguas. El viento, como aliento de Dios y como portador del soplo vital. Están asociados a la Palabra de Dios, formados de la misma sustancia etérea y luminosa que las nubes, los ángeles surcan los cielos a la velocidad del pensamiento desligados del concepto de tiempo y espacio. Además de dominar los vientos y moverlos en la justa dirección, los ángeles llevan mensajes, protegen a los que los invocan y confieren virtudes particulares. Sepa como atraerlos a su vida.
LOS 9 DONES ANGELICOS
Estas criaturas aladas atraen vientos favorables para que nuestros proyectos se concreten. Le enseñamos a invocar a nueve ángeles y cada uno le otorgara un don especial.
Padiel, el ángel mago: Otorga telepatía. Para invocarlo, tome un espejo de mano y cuélguelo cerca de una ventana que mire al Sur.
Camuel, el Señor de los caminos: Acompaña y protege a viajeros, caminantes y peregrinos. Si desea tenerlo cerca cuando emprende un travesía, lleve siempre en un bolsillo o en la cartera, una pluma blanca.
Aseliel, protector de los enamorados: Este Príncipe protege a las personas enamoradas y custodia sus secretos. Se lo asocia al viento del sudeste, por eso, para invocar su protección, arroje un puñado de arena a ese punto cardinal y llame al ángel por su nombre.
Barmiel, para una mudanza feliz: Su misión es la de proteger a los que se están mudando de una ciudad a otra, ayudándolos a aclimatarse y favoreciendo nuevas amistades. Se siente atraído por las flores coloridas y salvajes. Prepare un gran ramo con este tipo de flores y colóquelo en agua, cerca de una ventana que mire al Sur.
Gediel, para evitar situaciones riesgosas: Anuncia la llegada de peligros contra los que debemos tomar precauciones, sobre todo en lo que respecta a la defensa de las casas. Para que siempre le brinde su asistencia, coloque en todas las puertas de su casa, una figura angélica (de cerámica, metal o de lo que desee) y dibuje sobre cada figura una “G”, de “Gediel”.
Asiriel, el que concreta los sueños: Guarda los proyectos de los hombres y los lleva hasta su realización. Es un ángel poderoso que responde a la llamada del fuego, porque ama el calor y la luz. Encienda tres velas rojas y se sentirá invitado a su hogar.
Malgaras, un amigo incondicional: Su deber es el de proteger las amistades y evitar traiciones. Le atrae el olor a menta. Prepare una infusión con esta hierva y colóquela sobre una mesa. Encienda allí mismo un sahumerio de sándalo.
Dorothiel, el mensajero del éxito: Su misión es la de favorecer todo aquello que respecta a las donaciones, testamentos, designaciones y avances en la carrera. Dorothiel acudirá a su llamado, si coloca un libro abierto sobre su mesa de luz, con una medalla dorada entre las páginas.
Raysiel, benefactor del comercio: Su menester es el favorecer a los comercios y a los comerciantes haciendo prósperos los negocios. Coloque en un bol un puñado de sal gruesa mezclados con granos de maíz. Ubique el recipiente cerca de una ventana abierta que mire al Norte.