Aunque apenas hayas egresado de la Universidad, la práctica es otra cosa. Cuando comienzas a trabajar en el área en la cual te preparaste durante varios años, resulta que aprendes cosas que nunca viste en tu carrera y te das cuenta de que es necesario comunicarte con los demás para resolver tu trabajo favorablemente. Por lo tanto, debes pensar en prepararte para comunicarte mejor, siempre debes ampliar tus conocimientos en el área en la cual te estés desarrollando, y debes estar al tanto de crecer y madurar. Esto sólo te lo da la información y preparación que tu tengas.
Cuando eres joven y terminas tu carrera, o quizá lo debieras hacer antes, debes decidir en qué área deseas desarrollar tu trabajo. Busca la parte que te guste hacer, la que te apasione, y prepárate en ello. Averigua cuáles son tus mejores cualidades y habilidades y desarróllalas al máximo, conviértete en experto(a) en ese tema que te apasiona y enfoca la búsqueda de tu trabajo en ello. De esta manera estarás haciendo algo que te gusta, esto es, no te sentirás frustrado, ni te costará trabajo levantarte de la cama para ir a trabajar, porque es algo que tú elegiste hacer, te gusta y te apasiona, sino que además de eso, te pagarán por hacerlo, ¿no es esa la combinación más maravillosa?
Si eres adulto y ya estás trabajando, pregúntate si tu trabajo te gusta, si te apasiona, si saltas de la cama cada mañana para ir a la oficina. Si es así, te felicito, porque estás donde has elegido y seguramente lo estarás haciendo bien. Solo añadiría que también es necesario que continuamente estés en la búsqueda de información nueva en tu área, que te ayude a desarrollar mejor tu trabajo y a seguir creciendo como profesional. Busca libros, conferencias, talleres y cursos que te sigan enriqueciendo con los conocimientos que necesitas para ser mejor, para convertirte en un experto en lo que haces y lograr con ello el éxito anhelado por todos.
Si no estás trabajando en lo que te gustaría estar haciendo y no te es posible cambiar, búscale el lado bueno al asunto y convéncete de que lo puedes hacer mejor. Revisa qué habilidades es necesario desarrollar para que te sientas como pez en el agua cuando estés trabajando, porque no estamos hablando solamente de la preparación directa de tu área de trabajo, que sí es importante y necesaria, sino también de habilidades personales que se necesitan para hacer mejor lo que estés haciendo. Si estás en ventas, necesitas prepararte más sobre la conducta humana, es importante que descubras a través de la fisiología, de las palabras y de los movimientos corporales, qué es lo que está pensando tu cliente para ir modificando tu propia conducta y llevarlo a tu terreno. Si eres director o administrador, a lo mejor tienes que mejorar en el manejo de tu personal, mejorar tus habilidades de líder, si ya tienes la fortuna de estar al frente de un grupo de trabajo, prepárate para hacerlo bien y con ello lograr el éxito del grupo, de la empresa y del tuyo propio.
Si no te gusta tu trabajo y tienes posibilidades de hacer un cambio, ¡adelante! Que el miedo y las inseguridades no te detengan, recuerda que estos dos sentimientos surgen precisamente de la falta de información y preparación. Sin soltar el trabajo en el que estás ahora, comienza primero a definir qué cosa te gustaría hacer, a qué te quieres dedicar, qué actividad te haría saltar de la cama para ir a trabajar. Una vez que la tengas clara en tu mente, escribe las opciones de trabajo que tienes en esa área y decide qué habilidades tienes que desarrollar, en qué te tienes que preparar para llevar a cabo tu plan exitosamente. Muchos de los fracasos en este tipo de intentos son porque los involucrados no tenían los conocimientos necesarios para sacar adelante un trabajo que creían poder desarrollar. Si deseas un ascenso, qué necesitas saber y que habilidades personales te faltan para hacerlo incluso mejor que la persona que está ahora y a la cual deseas reemplazar. Si deseas iniciar un negocio propio, en qué te tienes que preparar primero, qué tienes que investigar y presupuestar para que cuando te lances, sea con las bases necesarias para que logres tu objetivo más fácilmente.
Si no estás trabajando en una empresa, eres ama de casa y deseas superarte y hacer algo relacionado con la carrera que estudiaste, prepárate, actualízate y revisa las opciones que puedas tener para entrar en las filas de trabajo de una empresa, o crear la tuya propia. Si no estudiaste una carrera, también te puedes preparar pensando en desarrollar una actividad que te guste y que te reditúe, sin abandonar tus responsabilidades. Qué información y estudios necesitas, qué habilidades tienes que desarrollar, para qué eres buena, en dónde te desenvuelves con más facilidad. Todo esto te puede ayudar a definir el área en la que deseas trabajar. Pero aún cuando sea un área que te guste y al mismo tiempo te provoque miedos, entonces debes trabajar primero en esos miedos para erradicarlos de tu vida y lanzarte a la aventura, los estudios te ayudarán a lograrlo. Ser ama de casa no quiere decir que debas renunciar a tu desarrollo personal, puedes desear hacer algo que te guste y te apasione, y que además te deje ingresos, sin dejar de atender el hogar y a la familia. Esto te haría sentirte mejor contigo misma y más útil a tu familia y a la sociedad. Un ama de casa que trabaja o que desea trabajar, debe comenzar por aprender las habilidades de la organización de su tiempo, para que pueda cumplir con sus tareas del hogar, y al mismo tiempo ser una ejecutiva exitosa.
La conclusión es siempre la misma, estudia y prepárate primero, antes de tomar ninguna decisión, muchos de los fracasos de personas que inician un negocio propio, en el cual incluimos una venta por catálogo, que también es un negocio, fracasan porque los interesados no se preparan previamente, antes de lanzarse a la aventura. La manera que tenemos para asegurar hasta donde es posible, que salgamos adelante con un negocio, es que primero te sientes a escribir tu proyecto de negocio con lujo de detalles, anotando también, los conocimientos y habilidades que necesitas para sacarlo adelante, tú y todos los involucrados. El paso siguiente es definir las primeras acciones para llevarlas a cabo ordenadamente. Investigar, presupuestar, tener una idea clara de lo que vas a hacer, del dinero que te va a costar y del trabajo personal que tienes que desarrollar para poderlo llevar a cabo. Este conjunto de actividades, serán las primeras a realizar.
Después de estudiar e informarte sobre lo que necesitas, comenzarán los pasos de inicio del negocio, pero ya serán mucho más seguros porque se habrá hecho una investigación previa, y te habrás preparado en lo que necesitabas. Te involucrarás en ello sintiéndote mucho más seguro de ti mismo, de que has hecho lo correcto, sabrás por donde moverte, sabrás qué hay que hacer y sabrás que si fracasa tu habrás hecho lo que se necesitaba, no te quedará ningún sentimiento de remordimiento de “debí de…antes”
La pregunta es ¿te sientes a gusto con lo que estás haciendo?, si no es así cambia, busca nuevas opciones, pero antes prepara el camino. Para llegar a algún lugar, primero debes saber en dónde te encuentras en ese momento, en dónde se encuentra ese lugar al que quieres llegar, cómo se puede llegar a ese lugar, y qué es lo que necesitas para lograrlo.
Así que como ven, tanto jóvenes como adultos que quieren trabajar en lo que les apasiona, como aquellos que ya trabajan en lo que les gusta o los que trabajan a disgusto, como los que desean incorporarse a un trabajo por primera vez, o los que desean iniciar un negocio, la tarea es igual para todos. Estudia, prepárate, mejora tus habilidades, conócete a ti mismo y aprende más sobre los demás, para que asegures hasta donde sea posible el éxito de tu meta. Todos lo podemos hacer, todos podemos tener éxito, la diferencia de los que sí llegan con los que se quedaron atorados en el camino, es que los primeros sí hicieron su tarea previamente
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