En nuestra vida cotidiana llega a suceder que algún aparato electrónico, mecánico o similar que necesitamos utilizar, funciona inadecuadamente o simplemente no lo hace. Regularmente nuestra manera de reaccionar ante ello es con enojo, frustración y en repetidas ocasiones la primera muestra de estos sentimientos es arrojar palabras, gestos y actitudes desarmoniosas ante la situación y sobre todo al aparato en cuestión.
Contrariamente a tal reacción podemos aplicar la Llama Rosa, la cual es la llama del Amor. Sustituye esa vieja improductiva costumbre y cuando te encuentres nuevamente en una situación como esta visualiza al aparato “dañado” envuelto en una llama o luz de color rosa, este debe ser de un tono claro, brillante y luminoso, a la vez que invocas a los servidores de esta llama y declaras con fe absoluta que dicho artefacto funciona de manera perfecta y armoniosa. Haciendo esto afirmas la realidad del aparato, recordando su verdad e impregnándolo con amor y energías positivas que harán que este vuelva a funcionar correctamente.